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viernes, 21 de febrero de 2014

Buenos principios

  
    No podía dejar de indignarse cuando, cargado con las diversas bolsas de colores, abría los contenedores y encontraba plásticos en el del papel, vidrio en el del plástico, o cualquier cosa de estas en el orgánico.

   ¿De qué servían sus esfuerzos por reciclar ante la insolidaridad de los vecinos? ¿Serían ciertos los rumores de que  el camión llevaba todo al mismo sitio y estaba haciendo el idiota? ¿O esos rumores los creaban los mismos a los que no les importaba el planeta y querían  ahorrarse el trabajo de separar sus residuos?

    Desalentado y sucio, volvía a casa después de tratar de reponer las basuras ajenas en el lugar correcto.
    La madre espiaba tras la ventana su regreso, como cada tarde, con el corazón en vilo pero henchido de orgullo, la esperanza de estar indicándole el camino adecuado para mejorar el futuro, unas palabras de aliento y el baño preparado.

Relato presentado al primer certamen de microrrelatos CFE ( http://cfe.es/category/microrrelatos/)


5 comentarios:

  1. Es muy bonito Eva. Por desgracia muchas personas hemos dudado alguna vez, `pensando si merecía la pena. Felicidades, hacer recapacitar es otra de nuestras misiones.
    Besicos muchos

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    1. Es fácil caer en el desánimo viendo lo que hay, pero si dejamos de aportar nuestros granitos de arena, estaremos, el mundo estará, perdido. Bicos, guapa.

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  2. Buenos principios para mejores finales. Ahí metiendo la cuña.

    Abrazos de oso.

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    1. Una ducha calentita siempre es un buen final, osito.
      Besos guau.

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  3. Unas pocas personas pueden cambiar el destino de la humanidad y desde luego tu protagonista es uno de ellos. UN fuerte abrazo, Sotirios.

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