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jueves, 11 de octubre de 2018

Push-up labial


Me la recomendó Teresa, mi amiga viuda, experta  en cambios radicales urgentes de todo tipo. A mí jamás se me hubiera ocurrido. Pero la situación era desesperada.
Me puse en manos de aquella profesional que ayudaba, por una pequeña fortuna,  a las personas que, como yo, habían perdido los papeles del saber estar. Me miró, me escuchó y apenas pude soportar la vergüenza de descubrir lo que vio en mí, pero realmente era lo que había. Por eso estaba allí.
Su voz, inesperadamente dulce, me empapó y peinó mi corazón suavizando cada enredo del nudo de mi pecho. Relajada, como hacía mucho que no me sentía, dejé que acariciara mi cabeza con sus palabras y sentí que los rizos de mis neuronas rebeldes dejaban de encresparse. Noté que poco a poco afloraba la sonrisa que hacía tanto que no sabía componer y ella pulverizó una nube de silencio necesario y cómplice para fijarla. Y me entregó la pastillita insípida de mi felicidad.
Fue así como, al día siguiente, soporté ver a mi hermana casarse con el amor de mi vida. Y fui capaz de dejar caer la dosis mortal en su copa y sonreír mientras brindaba con ella sin despeinarme.





Relato presentado y mencionado en la octava convocatoria de Esta Noche te Cuento 2018, inspirada en la foto de Víctor Lax (http://estanochetecuento.com/04-push-up-labial/ )

martes, 2 de octubre de 2018

Ecos (Finalista anual de REC)

 
Ecos
 
¿Me oyes?… yes… yes… yes… Su amigo inglés es el único que está siempre dispuesto a escuchar esas cosas malas que le suceden en la escuela. Por eso cada tarde se las cuenta acercándose un poquito más al borde del barranco donde se esconde.






Relato presentado a la XII Temporada de Relatos en cadena (https://escueladeescritores.com/concurso-finalistas-rec-2018/) finalista de la semana 2, finalista mensual de Septiembre, finalista anual    Podcast
 

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Muchas temporadas publicando despojos, algún finalista semanal y hoy no sabía ni cómo titular esta entrada. Me siento muy feliz de haber llegado, inesperadamente, a la final de este concurso en el que tantas temporadas he participado con tantas historias. Mucho. Pero no sería justo por mi parte obviar a todos los que han participado en este logro. Y quiero dar las gracias a todos, empezando por la persona que hace más de seis años me habló de los Relatos en Cadena y de un concurso sobre el bosque del que hablaron en la radio. Y me animó a participar. Nunca sabemos lo que determinadas informaciones pueden cambiar nuestra vida. Gracias chamán, este triunfo es tuyo. A todos aquellos que encontré en el camino hasta hoy en el mundo de las letras con los que he compartido, competido, aprendido, disfrutado. A los que me han dado alas y a los que me han puesto zancadillas. Todo pasa por algo. Y sin decir nombres porque ellos saben quienes son,  a quien casi me obligó a participar esta temporada,  a los que saben cómo y dónde nacieron estos Ecos y hasta conocieron el nombre de ese amigo inglés, a los que me ayudaron a quitarle telarañas, a los que confían en mí. No olvido a ese contrincante caballeroso y generoso de la segunda semana al que espero en Madrid. Y por supuesto, a los que han contribuído con sus votos  a que me llevara el gato al agua en esta final, y especialmente a los que han promovido esos votos, mis paladines, los de rostro social conocido y a los desconocidos, que también los ha habido. Gracias, de corazón, por formar parte de esta entrada especial.