.

.

miércoles, 25 de junio de 2014

Madres ejemplares




Luego, si se fijan, acaban arrancando esa hilacha de su pantalón, por pura inercia de rematar y no dejar cabos sueltos. Pero en realidad están pensando en otras cosas como lo que harán de cenar, lo que tienen que comprar, lo que les queda por planchar o la excusa perfecta para no llevar a los niños al partido o al cumpleaños de turno y poder escabullirse un rato con sus amantes.








De nuevo no pudo ser, pero casi ;o) Aquí se puede oir el programa




 Relato finalista  la semana 31 temporada 2013-2014 en el concurso Relatos en Cadena de la cadena SER (http://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/)

martes, 24 de junio de 2014

Despojos



Inconveniencias
  Luego, si se fijan, acaban arrancando esa hilacha de su pantalón, porque queda feo que el marido de una diseñadora presente esas incorrecciones técnicas y es entonces cuando puede asistir al desfile sin que desentone con el resto de invitados, que, igual que las modelos, también parecen haber sido retocados con Photoshop. A veces se pregunta cómo consiguió que le dejaran casarse con ella. Pero sobre todo trata de comprender por qué sigue intentando no decepcionarla cada día.

Anuncio de betún
  Luego, si se fijan, acaban arrancando esa hilacha de su pantalón antes de pasarle a maquillaje, que consiste en una buena limpieza de zapatos, generalmente con un producto diferente al anunciado, porque lo importante es que brillen mucho. A eso se ha acabado dedicando, a ser modelo de pies, desnudos o calzados. No se siente orgulloso, pero cobra más que cuando era modelo de orejas y quizá ahorre lo suficiente para montar su propia clínica y poder ejercer. 

 
Puntillosas
Luego, si se fijan, acaban arrancando esa hilacha de su pantalón, sin darse cuenta de que la costura se resiente y es probable que cuando salga al escenario se haya convertido en un descosido sin remedio que deja naúfrago al pequeño artista. Pero las profes son así, se ponen nerviosas en todas las funciones ¡como si fueran a actuar ellas!

Niños perfumados
  Luego, si se fijan, acaban arrancando esa hilacha de su pantalón antes de dejarles salir de casa, porque son madres modelo y siempre están pendientes de que el aspecto sea impecable. Y que no falte la colonia a chorros y la gomina en el pelo para que sus hijos sean respetados desde lejos.
  Mi madre no es de esas, por eso nunca me regaña cuando me mancho de barro, rompo la chaqueta o me despeino jugando. Ella dice que las personas somos animales y debemos oler a gente para que los demás nos acepten. Y también dice que los aromas artificiales solo sirven para tratar de disimular el olor a estupidez.


Detalles
  Luego, si se fijan, acaban arrancando esa hilacha de su pantalón, porque ya no saben qué hacer para entretener las manos temblorosas y la mirada inquieta mientras esperan su turno para la entrevista. Es entonces cuando, sin saberlo, pasan la primera criba: todos aquellos candidatos que se hurgan la nariz, miran el reloj con impaciencia o deciden evadirse en su smartphone, son rechazados de inmediato. Después tienen que seguir demostrando que saben emplear los tiempos muertos en cosas útiles, como ordenar papeles, archivar documentos o limpiar el polvo de la mesa.






 Relatos presentados (y no seleccionados ;o) )  la semana 31 temporada 2013-2014 al concurso Relatos en Cadena de la cadena SER (http://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/)


viernes, 20 de junio de 2014

Cadenetas invisibles



Todo empezó cuando me rompí la pierna: la abuela me puso un ovillo y una aguja en el regazo y, para que me olvidara de trepar a los árboles, me enseñó a hacer ganchillo. Empecé haciendo bufandas a mis peluches y terminé decorando la casa entera y a mi misma con originales labores. Por aquella fiebre tejedora, me gané el apodo de ‘La araña’, nombre que utilicé para el floreciente y lucrativo negocio en el que logré convertir mi afición.
  Un día me percaté de que había otros hilos en la vida que podía entrelazar: fue así como fundé una red secreta de contactos solidarios que remataban los cabos sueltos del mundo.
  Las autoridades nunca relacionaron las colchas, jerseys y coloridos cestos llenos de comida que recibían, como por arte de magia, los más necesitados, con las negras flores de croché que aparecían en los prematuros entierros de algunos indeseables.


Relato enviado al concurso de microrrelatos de 'The ganchillo natural revolution' (http://theganchillorevolution.blogspot.com.es/2014/06/certamen-de-microrrelatos-ganchillo_19.html)

miércoles, 18 de junio de 2014

Serendipia






    Trataba de escapar por aquella ventana negra, lejos, libre, en  busca de sintonías superficiales que la ayudaran a sobrevivir al silencio que la rodeaba, a la pobreza de estímulos, a la acechante rutina diaria. Recopilaba imágenes de su mundo y pedía ayuda para entenderlo a gente que compartía sus inquietudes.
    Poco a poco fue aprendiendo, pero mientras entraba y salía con fluidez a través de la pantalla, no se dio cuenta de que parte de su corazón se quedaba enganchado al otro lado ni fue consciente de  que se había enredado con sentimientos ajenos.     
     Había logrado evadirse del gris y sus conocimientos habían aumentado, pero más valiosos fueron los lazos indestructibles que su alma creó con seres tiernos y hermosos que, de otro modo, jamás habría conocido.


   


Para Jose Manuel, mi chamán.

martes, 17 de junio de 2014

Despojos



Marionetas

Alguien ha empezado a tirar del hilo y mi mano se extiende, como las de los demás, hacia el sobre tentador. Aunque mi corazón se rebela, mi cabeza está inmóvil, sin llegar a decir no, pendiente de otro hilo finísimo. Mi pierna se levanta y cae bruscamente dando una patada al suelo para protestar contra la presión de los demás, que me miran expectantes, prestos a ocupar mi puesto si no acepto el precio de la sumisión. Lucho contra los hilos que me manejan coartando mi libertad y mis principios, pero al final gana el cordón umbilical que ha empezado a tejerse en mis entrañas.



Revolución

Alguien ha empezado a tirar del hilo, pero la roca atada en el otro extremo pesa demasiado para una sola persona.



Inconsciencia

Alguien ha empezado a tirar del hilo sin saber que está atado al pulgar de un monstruo dormido.



Su propia trampa

Alguien ha empezado a tirar del hilo y la viuda negra se apresura hacia el centro de su red, dispuesta a amortajarlo en vida para extraer todos sus jugos. Pero esta vez es ella la que acaba sedienta, insatisfecha y vestida de blanco frente al altar.

 

Redes

Alguien ha empezado a tirar del hilo y, poco a poco, hemos ido cayendo todos; Pepito por desconocimiento, Luisito por no quedar atrás, Paco por hacerse el valiente y yo porque, en el fondo, me sentía atraído por lo que nos ofrecía aquel moderno hombre del saco.

 

 Pasatiempos

―¡Alguien ha empezado a tirar del hilo y mira lo que ha pasado!― finge sollozar frente a la maraña informe de lana verde y amarilla en la que se ha convertido el poncho que le hice en Navidad.

Renuncio a discutir la verdadera identidad de ese alguien tan desconsiderado y, suspirando, decido dedicarme al macramé.



 Relatos presentados  la semana 30 temporada 2013-2014 al concurso Relatos en Cadena de la cadena SER (http://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/)


martes, 10 de junio de 2014

Despojos



De empatías 
Se ovilla sobre las baldosas frías y comienza a temblar de miedo, aunque ni siquiera la he regañado por la travesura. Se me parte el alma pensando en la clase de vida que habrá tenido. Con cuidado me siento en el suelo y extiendo mi mano hacia ella, hablándole muy bajito. Levanta la cabeza despacio y al cabo de un rato se aproxima a mí y se acurruca junto a mi pierna. Me mira y me lame la mano. No puedo evitar un sollozo, cuando, por un instante, me reconozco en esa mirada sumisa y esa actitud apaciguadora. Eran otros tiempos y yo no era una perra.


Madurez
Se ovilla sobre las baldosas frías y comienza a temblar antes de desaparecer por completo. Espero no echarle de menos; desde que tengo memoria ha estado conmigo, siempre discreto para que nadie más le viera. Me ha dado mucha pena, pero ya no podíamos seguir así: he cumplido quince años y hay cosas que no quiero compartir con él. Como a Marta. Fue en Google donde encontré el mejor método para acabar con este tipo de amigos antes de que te traicionen: se repite tres veces su nombre al revés y se les saca la lengua para siempre.


Paz
Se ovilla sobre las baldosas frías y comienza a temblar, como si con ello pudiera evitar lo que se le viene encima. Su delito ha sido quemar un poco el asado. Da lo mismo que él haya llegado una hora más tarde, no hay excusas. Otras veces es la falta de sal o el exceso de guarnición. Conecta su mente con ese mundo mágico en el que es capaz de evadirse, suplicando poder quedarse allí para siempre mientras la bota la machaca y el cinturón rasga su piel. Y esta vez lo consigue. 
 

Juegos felices
Se ovilla sobre las baldosas frías y comienza a temblar como un flan, regalándonos la vista con sus irisados colores justo antes de de estallar dejando una marca circular. Los ojos de Inés brillan entusiasmados mientras palmotea y ríe pidiéndome más. Sonrío y vuelvo a meter el aro en el agua jabonosa. Esta vez, dejo que sea ella la que sople.



La chispa de la vida
Se ovilla sobre las baldosas frías y comienza a temblar. Ya no queda leña, ni carbón, ni comida en la despensa, ni dinero en la cartilla. Tiembla de miedo, de angustia y de impotencia. Tiembla de ira contra su suerte. Tiembla de terror ante el futuro.Se abandona en aquel rincón esperando la muerte o un milagro. Y es entonces cuando desciende sobre él, girando lentamente e inmersa en un halo de luz brillante, nuestra botella de Coca cola.

― Esa es precisamente la publicidad que necesitamos en estos momentos, situaciones con las que la gente se sienta identificada, ¡fantástico, Gutiérrez!



 Relatos presentados  la semana 29 temporada 2013-2014 al concurso Relatos en Cadena de la cadena SER (http://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/)


lunes, 9 de junio de 2014

Juan y los pájaros



   Juan nació bajo la sombra del águila en un extremo duro del país, pero, siendo pequeño cual gorrión, emigró al centro de la meseta, donde creció en el asfalto asustando a las palomas con sus patadas al esférico desde la banda más libre. Maduró contemplando cómo volaban las golondrinas y planeaban las cigüeñas sobre llanuras doradas e infinitas que ensanchaban la mente y cielos despejados que engrandecían el corazón.
  <<Ancha es Castilla>>, pensaba sintiéndose dueño de su vida y capaz de todo.
  Pero, con los años, descubrió que las almenas alojaban cada vez más cuervos; pájaros negros de mal agüero que oscurecían el paisaje dispuestos a sacar los ojos a quienes, como él, soñaban sin cadenas entre los muros y calles de la ciudad.
  Juan, que era inquieto como un jilguero y tenía un alma inmensa y curtida por el viento de la libertad, emprendió la búsqueda de horizontes más luminosos. Así llegó a las montañas y, siguiendo un sendero de agua, halló junto al mar una Castilla distinta, de perfiles verdes, lontananzas azules y nubes grises, que le invitó a quedarse en comunión con aquella naturaleza. Desde entonces, observa receloso a las gaviotas blancas que sobrevuelan su nuevo hogar.

Relato enviado al encuentro de ENTC en Urueña, tema 'Ancha es Castilla', requisito, un Juan ;o). Dedicado a Jams, del Sendero del Agua  y alma de Esta Noche Te Cuento

jueves, 5 de junio de 2014

Perdición nórdica



  
    Llevaba foto en el móvil, la referencia y los 14,99 (15 para ser exactos) en el bolsillo. Acerté con la entrada y me aseguraron que  encontraría la salida, aunque enseguida noté que el lugar estaba diseñado para confundirse: había rincones que invitaban a reposar, a leer e incluso a dormir. Pronto me obnubilaron miles de colores y formas, ingeniosos sistemas, espacios imposibles e intrigantes artilugios. Enloquecí: deseaba poseer muchos objetos que, de repente, consideraba absolutamente imprescindibles en mi vida. A pesar de las flechas, atajos y planos, pasé horas dando vueltas en aquel laberinto, sin encontrar el BARNSLIG verde  para el cuarto de Martina, mientras llenaba la bolsa de tesoros y anotaba febrilmente números con un minilápiz en un  papelito, como había visto hacer a un señor muy serio.
   Me sentía feliz e ilusionado cuando alcancé el final portando innumerables cajas y cachivaches. Ni siquiera miré el importe cargado en la tarjeta; aquel bienestar no tenía precio, pensé.
    Pero Marga no opinó igual: gritó hasta quedarse afónica y me echó de casa sin que pudiera impresionarla montando aquellas maravillas. Lo peor fue que, cuando pregunté si estaba enfadada por no haber encontrado el dichoso espejo, se había hecho la sueca.

 Relato presentado el mes de Junio en ENTC (Tema: En el laberinto)(http://estanochetecuento.com/40-perdicion-nordica-eva-garcia/)

miércoles, 4 de junio de 2014

Despojos



Frágil damisela


Mucho me temo que vienen a rescatarme, aunque, afortunadamente, han llegado tarde. Otro día quizá les deje sentirse unos caballeros. Hoy me apetecía ser una niña mala. 



In fraganti

Mucho me temo que vienen a rescatarme; tendré que fingir que soy la víctima― le susurró clavándose el cuchillo en la pierna.



 Relatos presentados  la semana 28 temporada 2013-2014 al concurso Relatos en Cadena de la cadena SER (http://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/)