Atisba tras el visillo y observa, con regocijo, las maniobras
desesperadas de los vecinos por hacerse con un hueco donde aparcar. Esos días
la calle parece un gusano multicolor de vehículos amontonados. De ellos salen
familias enteras que llenan de voces y
risas la paz habitual.
Tanta alegría ajena envenena su alma, las luces de colores
hieren sus retinas, las músicas perforan sus oídos. Maldice y perjura, pero
después se convence a sí misma de la estupidez de la gente aborregada que
despilfarra y celebra por obligación, al mandato de los intereses consumistas,
unas fiestas impuestas llenas de falsedad e hipocresía. Los espía desde la
ventana, día y noche, a la búsqueda de más argumentos que apuntalen la
inteligencia de su postura al
despreciarles y la superioridad moral de su visión al respecto.
Aunque a veces, por mucho que la rechace y le moleste, le
asalta la imagen de su garaje, vacío y silencioso, y de aquella polvorienta
caja de cartón llena de adornos que nunca se decide a tirar.
Relato presentado a la octava convocatoria de Esta Noche te Cuento 2022, inspirado en silencios (https://estanochetecuento.com/61-navidad-fuera-de-concurso/ )