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lunes, 23 de marzo de 2015

Despojos

De tres semanas...



Inercia
Seguía atrapado allí dentro, aunque ya no existieran barrotes, ni cadenas, ni siquiera cerradura en la puerta. La rutina había derretido sus ansias de libertad, así que decidió ser esclavo de sí mismo.



Selfitis crónica
Pintando aquellos extraños bisontes los encontré, tal y como describían mis libros de historia: vestidos con pieles, a la luz de lamparillas de piedra, entre cuencos de sangre y ocre. Con sigilo, saqué el móvil para hacerme un selfie con ellos, pero la cueva era demasiado oscura y no tenía flash. Volví a frotar la lámpara para pedir al genio algún tipo de iluminación, pero cuando se materializó, su voz retumbó en la caverna haciendo huir a los artistas. Así que, tras dejar la huella de mi mano en una pared, le pedí que me transportara al Gólgota, al año treinta y tres.





El cazador de imágenes
Todo estaba dibujado en la pequeña libreta gris que llevaba en el bolsillo de su pantalón, con detalle y meticulosidad. Cuando le regalaron la cámara de fotos, no supo qué hacer con ella. 

Sueños de papel
Todo estaba dibujado en la pequeña libreta gris que llevaba en el bolsillo de su pantalón: la enorme casa que deseaba, el maravilloso coche que merecía,  su elegante despacho de caoba, la mujer perfecta para él, los hermosos hijos que tendrían, el noble perro de la familia, el yate para sus vacaciones… Una vida a lápiz tan completa que se olvidó de vivir la suya. Cuando buscaron su cadáver entre los desperdicios, solo encontraron un boceto a carboncillo de lo que debería haber sido.

El clarividente
Todo estaba dibujado en la pequeña libreta gris que llevaba en el bolsillo de su pantalón. Todo menos el final. Cogía el lápiz una y otra vez sin decidirse entre asesinar a su protagonista, casarle con la heroína o encerrarle en un manicomio. Pasaron años de incertidumbre mientras la libreta se ajaba  y él envejecía corroído por la duda. El día que su mano temblorosa comenzó a esbozar un ataúd, aceptó que la vida le había reservado el fin vulgar que tanto había temido.

 

 
Relatos presentados a las semana 21, 22 y 23 de la VIII Edición de Relatos en Cadena.  (http://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/ )








lunes, 16 de marzo de 2015

La Copa de ENTC

Llegué hasta Semifinales, no está nada mal, con estos relatos:

1ª Ronda. Premisas: incluir un color en el título, incluir las palabras Julio y viernes, que aparezcan 3 personajes.
http://estanochetecuento.com/fase-1e-encuentro-19/



Tardes violetas en la Provenza
Como cada tarde de Julio, mi hermana y yo cogimos las bicicletas para ir al encuentro de Marguerite. Ella nos esperaba radiante, vestida de blanco y con un sombrero de paja. Juntas nos adentramos en el campo de lavanda, como quien comete un delito, ahogando risas, embriagados los sentidos de aroma, color y zumbido de abejas. Buscamos nuestro rincón  y, rodeadas de flores, aquel último viernes inventamos mil maneras de cruzar en secreto los Pirineos, para volver a vernos cuando acabase el verano.  Nadie podía imaginar entonces que Anna y yo tendríamos que hacerlo años después para salvar la vida.


2ª Ronda. Premisa: título obligado "Mis amigos dónde estarán"

Mis amigos dónde estarán
Los árboles parecen los mismos; los columpios no. Marina me ha dicho que es el mismo parque de siempre y me ha traído de la mano. Me he sentado en el banco junto a la fuente, donde quedamos todas las tardes, esperando un rostro conocido para ir a jugar. Mientras, observo el tobogán nuevo y se me ocurre que cuando venga Pedro podremos hacer carreras, porque es doble. Pasa el tiempo y no aparece Tino, que siempre es el primero en bajar, ni Germán, ni Nacho. Me aburro.
De repente Marina viene llorando desconsolada.
―¡Abuelo ,esa niña me ha pegado!

3ª Ronda. Premisas: protagonista de 15 años, género ciencia ficción. 

Arrebato adolescente
Reflexionaba, mirando sus brazos adicionales, si había sido buena idea solicitar la mutación α-BR4-z0 como regalo prioritario de su tercer cumplelustros. Manejar varios dispositivos simultáneamente formaba parte de su configuración de futuro y de sus aptitudes de clase A1, pero no se había planteado que aún le faltaba un lustro para poder independizarse. Mientras, no solo tardaba más en higienizar sus extremidades y cortarse las uñas, sino que sus padres  estratégicos aprovechaban para que les echara una, dos o las seis manos en las tareas de mantenimiento de la cápsula. Y encima, su abuela emocional no dejaba de pedirle achuchones.

Cuartos de final. Premisa: inspirarse en esta foto de Elliot Erwitt.

Migajas
FOTO 5
Los lunes, colada y plancha  le impedían verle. Martes y miércoles limpiaba la plata y servía la mesa: desde su puesto, junto al aparador, vigilaba la odiada risa de ella, sus complicidades, las miradas de adoración de él. Los jueves, aireando las alcobas presentía el dibujo de sus cuerpos desnudos en las sábanas y reprimía las ganas de romper el espejo, guardián de sus secretos.
Pero la tarde del viernes era suya: él la llevaba escondida en su auto hasta el acantilado donde, sin más testigos que su propio reflejo, le arrebataba impaciente la cofia para convertirla en princesa.

Semifinal . Premisa: inspirarse en la carta del Tarot 'el ermitaño'.

 Derroteros

tarot-09-l-hermiteEl tamborileo de sus uñas la delataba. No sabía por qué había consentido semejante cita en el parque: eran las nueve, su familia estaría preguntándose por la cena. Sopesó marcharse fingiendo no haber acudido,  pero sus venas palpitaban excitadas por la promesa de reencontrarse, consigo misma, en aquellos ojos azules.
La luz de un farolillo iluminó el banco. No era el hombre que esperaba, sino un extraño anciano con bastón que, al mirarla, despertó en ella una sed diferente: supo con certeza que su verdadero deseo era transformarse en bruja. Arrojó su máscara  al contenedor y nunca volvieron a verla.