Habían
atravesado la capa de nubes y un sol radiante bañaba todo el interior del
avión. Fue entonces cuando la señora de la pamela lavanda gritó y todos se
dieron cuenta de que habían regresado a un pasado que no les correspondía: era
la única explicación posible a la aparición en el pasillo de aquellos pasajeros
de uniforme que les apuntaban con metralletas.
Pensaron que la
causa de aquel disparate era, seguramente, una fractura espacio temporal entre
los cumulonimbos o un agujero negro estratosférico. Lo que no estaban
dispuestos a creer era la pueril explicación del piloto sobre un secuestro.
Relato presentado a la I edición internacional de microrrelatos de Prisa Radio (http://blogs.cadenaser.com/formularios/i-edicion-internacional-de-microrrelatos-de-prisa-radio/)
Muy bueno, Eva, seguro que entraron en el triangulo de las Bermudas. El final sorprendente. Un fuerte abrazo, Sotirios.(Tu blog quedó muy chulo)
ResponderEliminarVete tú a saber que barrera o dimensión atravesaron. Me alegra que te guste el blog, trataré de no abandonarlo y seguir sacando cosas del congelador cuando no las tenga frescas. Otro abrazo a ti.
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