Así como la orilla se deja besar incesantemente por las
olas, yo lucho suavemente por limar tu alma. Del mismo modo que el mar
embravecido arrebata arena a la playa y horada las rocas, tratas tú de
conquistarme el corazón, socavando mi voluntad.
Más no hay tempestad eterna ni pleamar que perdure. Y en ese
instante en el que se conjuran silencio
y quietud, ese momento de mágico equilibrio, perfecto de luz, color y sonido,
todo parece posible. Incluso nosotros.
Relato propuesto para el número 45 de la revista Pseudònims, tema Impasse (http://www.pseudonims.com/)
Eva, es un relato lleno de poesía. Me ha encantado ese vaiven de olas, de susurros y de ganas de ser dos.
ResponderEliminarBesicos muchos.
O las ganas de ser uno, Nani...;o) Gracias por todo, guapa. Un besazo.
EliminarChica vaya marcha, lo has cogido con ganas, je je, a ver si me pongo al día.
ResponderEliminarMe gustan los relatos que van con la marea, je je.
Un beso acunado en las olas.
Osito, si es que tengo los cajones de la casquería llenos, esto es un breve muestrario...
EliminarMe gusta que te guste el mar. Un beso salado (sin coma).
Hola, Eva.
ResponderEliminarGuau, le estás dando una vida al blog que me encanta. En nada tienes cien entradas, ya lo verás.
Me ha gustado muchísimo tu micro con ese despliegue de figuras poéticas. Es mu potito, guapa.
Un beso muy grande.
Si ejke me puse a programar entradas como una loca, casi pa tol mes, ja,ja. Bueno, frenaré un poco, era el impulso inicial, ya sabes. Pues ese día debía yo estar poetisa, si :o) Un beso más grande aún.
Eliminar