Las cortinas de encaje revolotearon traviesas y la
floreada lámpara titiló, dándome la bienvenida, cuando atravesé el
umbral. Todo seguía intacto en aquel santuario en el que, lejos del humo
y los vozarrones de los hombres, nos refugiábamos las mujeres de la
familia entre hilos y botones, susurros de confidencias, cintas métricas
y risas.
Me pareció escuchar la antigua pianola del
rincón desgranando notas triunfales. Fue entonces cuando decidí que
Irene, o tal vez Ismael, vendría al mundo a pesar del canalla de su padre.
Relato presentado el mes de Mayo en ENTC (Tema: La isla de las mujeres) (http://estanochetecuento.com/el-cuarto-de-costura-eva-garcia/)
Mi agradecimiento a Ginette Gilard por escogerlo para leer en el espacio 'Cuento contigo' de Onda Cero Cantabria y a Begoña Heredia por el montaje del video (http://estanochetecuento.com/tres-relatos-en-onda-cero/)
Borrón y cuenta nueva. Muy bien hilado Salamandra.
ResponderEliminarUn besazo.
O coger al toro por los cuernos. Gracias oso. Un besote.
EliminarAunque no he vivido como tal todo el relato, me resulta muy familiar y, como siempre esperando la sorpresa de su final. Hasta el tipo de letra me resulta familiar, encantándome descubrir una nuevo verbo: titilar, me gusta. Besos.
ResponderEliminarEso de que no lo has vivido ya me lo contarás en petit comité. Titilando me dejas ;). Besos, chamán.
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