No se llamaba Juan
o Pepe, como otros niños, sino Borja María de Todos los Ángeles Custodios; aunque
jamás hubiera visto un solomillo ni de lejos.
Hijo de matarife
vocacional, su madre se especializó en transformar en exquisiteces todo tipo de
decomisos y vísceras sospechosas que su marido distribuía entre los vecinos del
barrio; y así nació él, feo como un callo y sin magro, pero sabroso.
Cuando conoció a Vanessa
con aquellos morros y su lengua sin escaldar, la molleja firme y el seso justo
para no subirle demasiado el colesterol, sucumbió a sus manitas de ministro y
decidió casarse. Pero ni fue feliz ni comió perdices, pues a su madre se le
espongificó el cerebro con la locura vacuna convirtiéndola en intelectual, su
padre fue condenado por atentar contra la salud pública y él, harto de tanta
casquería, acabó haciéndose vegetariano. Su entrañable esposa, espantada por la
pérdida definitiva del encanto de sus jugos y el color cetrino que adquirió con
aquella dieta verdosa, se fugó con el lechero (sin sospechar que era
desnatado), dejándole solo, triste y con un par de apéndices queratinosos en lo
alto de la cabeza difíciles de disimular.

Microrrelato tuneado para la IV Microquedada de Microrrelatistas en Barberá del Vallés el 17 de Mayo de 2014, durante la cual se hizo la presentación oficial del libro Despojos del REC :).
Auténtica literatura de casquería. Si lo tuneaste en una cazuelita de callos con garbanzos o en en una marmita de manitas de cordero con tomate, es lo de menos, seguro que al afortunado destinatario le resultó exquisito.
ResponderEliminarBesos Eva.
Gracias Juancho, tú también me faltaste allí. Borja-etc iba acurrucado en el interior de ese cuerno de vaca que ves y tapadito con cuero de caballo. Me consta que a su receptor le gustó, un alma generosa sin duda. Besos, lagarto.
EliminarFue muy divertido oirtelo leer por tí misma. Nos reimos con él.
ResponderEliminarEs casquería fina, de lo que hace crítica social y risas. Me gustó mucho, también hoy que le releo con ganas para no perder detalle alguno.
Qué le vamos a hacer: soy, entre otras cosas, carnívora.
Y hasta la próxima.
Luisa, que poquito pude disfrutarte, espero que otra vez sea. Yo también soy carnívora, solo hay que verme. Y si al menos os sacó una sonrisa me doy por afortunada. En realidad estaba más pendiente de no tro pezar con las palabras y evitar que fuera demasiado evidente mi temblor de manos transmitido al papel. Un beso grandote.
EliminarQué bueno que fue. Autentico manifiesto despojado Salamandra. Brindaré por eso con una Moritz, je je.
ResponderEliminarMe encantó descubrirte de carne y huesos. Un besazo enorme.
Ya sabía yo que no podían caer en mejor mochila ¡sino se las hubieran bebido los de aduanas! También para mi fue un placer descubrir el osito que hay en ti. Un abrazo gigante.
EliminarQue buena cazuela de casquería. Trasmites Por todos lados tu simpatía que todos los que te han conocido, están confirmando.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Nani, nani, solo traté malamente de que nadie notara que no habías podido ir. Algún día, guapa. Besos mil.
EliminarMe gustó tu despojo cuando lo leíste y ahora que lo releo me gusta más. Yo soy de esos que les gusta leer los micros un par de veces, o quizás más :D
ResponderEliminarBesos y me quedo por aquí
¡Hola Enrique! Encantada de regar por aquí tu lechuguita, garbancito. Yo también soy de las que les saco jugo rebañando más de una vez ;) Como no me escuché y tuve la sensación de leer muy rápido, es posible que no se pudieran apreciar todos los matices despojiles con los que traté de adornarlo. ¡Gracias y encantada de haberte conocido!
EliminarMe resulta muy interesante, eso de jugar estableciendo relaciones en un mismo camposemánticos (lo de semántico, suena un poco lúbrico, sorry). Te iré siguiendo.
ResponderEliminarUn beso.
Bueno, Héctor, en este caso digamos que cogí los ingredientes que quería que aparecieran en la historia por aquello de las circunstancias, y tejí una historia con ellos alrededor de los personajes: lo que más me costó fue buscarle un final y un título. una elaboracion atípica y "antidecalogógica" Gracias por tus visitas. Otro a ti.
EliminarSabía yo que lejos de los límites del número de palabras te creces. Me ha encantado leerte en más de cien palabras. El relato es estupendo. Magnífico regalo, sí señor. Un abrazo :)
ResponderEliminarJuan Antonio, tenía idea de que la quedada te pillaba cerca. Me habría encantado darte un abrazo en persona. A veces en los largos 'recorridos' me pierde la verborrea ;o) Un beso.
EliminarLo mismo digo que Juan Antonio. Me ha sorprendido tu versión más libre con este texto que lo veo muy complicado de elaborar y en el que has demostrado una vez más la madera de escritora que atesoras.
ResponderEliminarJo, eso me viene muy grande, Lorenzo. ¿Jugar con tripas? No es tan difícil...;o)
EliminarGracias por tus palabras y un abrazo.