Cambio radical
—Y las azules, las del abuelo, ganaron el primer premio— nos
contó sin titubear.
Todos nos quedamos boquiabiertos. No podíamos imaginar a Crispín
el Matalobos cultivando hortensias y
ganando concursos de flores.
Pero, por supuesto, no osamos contradecir a Paula. Siempre había tenido
a su abuelo en un pedestal, como si no supiera que había sido el terror del
pueblo, como si ignorara a qué se dedicaba en realidad, como si no se creyera
la versión oficial de que había muerto en la serranía, a manos de los
alguaciles.
Envidias

El color de la
camisa
Y las azules, las del abuelo, las planchaba con especial
esmero, porque no podía olvidar que fue el que intercedió por ella para
conseguir aquel trabajo. Del mismo modo
siempre dejaba alguna arruga en las blancas, en las del padre, porque
siempre tenía presente aquella mano pegajosa abriéndose camino bajo su falda
por los rincones; a veces, hasta escupía con rabia en los puños en vez de
almidonarlos.
Terapia familiar
—Y las azules, las del abuelo, para ti—sentenció mamá al terminar
de repartir las sábanas a todos. Era otro de sus experimentos encaminados a reforzar
los lazos entre nosotros.
Yo no dije nada, pero aquella noche no pude dormir. Olían a
él; a tabaco, a desprecio por la bañera, a resentimiento oxidado, a tralla de
cuero y rigidez, a vino de la taberna y
al perfume barato de la Picaflores.
Por la mañana no fui capaz ni de darle los buenos días, pero
noté que él sonreía con lascivia: le habían tocado las sábanas rosas de
Margarita.
Relatos presentados a la semana 29 de la VIII Edición de Relatos en Cadena. (http://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/ )
No tiene ninguno desperdicio, pero mi favorito es El color de la camisa. ¿Tú estás segura de que no tenías el móvil apagado? Besos, contrincanta.
ResponderEliminarFijo fijo, Belén, que me tienen manía, te lo digo yo...;) Besos guapa.
EliminarCoincido con Belén, muy buena cosecha. Eres una máquina, compi. El planteamiento del primero es similar al único mío, pero nada más, jejeje.
ResponderEliminarUn besazo, guapa.
Pues debo estar oxidada y renqueante, porque nadie me echa gasolina. Gracias compi, Bicos
EliminarComa sempre, dando leccións de inspiración. Eu súo para sacar un medianamente decente.
ResponderEliminarEu non son quen para dar leccións, Edita, só deíxome levar... Bicos
EliminarDifícil elegir, pero el de la terapia familiar tiene mucha miga.
ResponderEliminarAprovecha, vaya ola de inspiración!
Es mi favorito, Las olas rompen, ya sabes, en un momento u otro...Besos,
EliminarProlífica como siempre, mi enhorabuena.
ResponderEliminarElegir??? Está difícil esta vez, como otras muchas, quizás, el color de la camisa.
Me parece más redondo
El color d ela camisa es mi segundo favorito, para ti si lo quieres Luisa. Gracias y un beso.
EliminarVaya Eva, esta semana la musas han estado contigo. No sabría cual escoger porque los cuatro me han gustado mucho, cada cual con su temática. Felicidades fértil mujer!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
Te voy a contar un secreto, Nani. Tengo una perrita que se llama Musa y me quiere mucho, a ver si vasereso... Besazos mil.
EliminarMe han gustado todos Eva, pero el último me parece el mejor. Hija qué maravilla, qué facilidad de palabra...(qué envidia más cochina jajaj). Enhorabuena guapetona.
ResponderEliminarEnvidia ninguna, ya ves los éxitos que cosecha mi verborrea.. Un besazo guapetona.
EliminarMenuda producción Salamandra.
ResponderEliminarY por qué la gente no puede dejar en paz al abuelo de Paula, hay que ver como somos. Él que era más feliz que una lagartija con dos colas. Je je.
Una ternura que me han dejado los dos primeros, machacada por la crudeza de los dos últimos, con los que me quedo. Muy bien montados, sí señora.
Besos de oso.
Pues nada, aquí s equedan montados para la posteridad y la stelarañas virtuales, jajaja. Gracias osito, un beso viscoso.
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