Hipocresías

La bruja le miró socarronamente y, murmurando extrañas palabras, trazó un gesto con las
manos dirigido a su entrepierna. Él palideció y gimió asustado.
—Es mi regalo de despedida, monseñor. A partir de ahora nunca
más romperá el voto de castidad.
Y mientras salía por
la ventana montada en su escoba, se preguntó si el niño que había arraigado en
sus entrañas heredaría la necedad de su padre.
Houidinis
medievales
—La Inquisición no tardará en llegar—me advirtió nervioso
mientras, codo con codo, amontonábamos troncos en la pira— es mejor que te
vayas atando al poste.
Tenía razón, llegaba la hora del espectáculo. Todas las
semanas lo mismo, el truco de la evaporación para mantener las apariencias y
calmar su sed de venganza contra los herejes. Pero, claro, nadie pensaba que un
día habría un accidente y acabaría quemándome de verdad. La última vez se me
había chamuscado hasta la trenza. Al menos nos pagaban bien. Subí con
resignación y puse cara de mártir.
Relatos presentados a la semana 30 de la VIII Edición de Relatos en Cadena. (http://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/ )
Hola Eva. Que buenas apuestas las dos, anque me quedo con el primero, me ha gustado mucho. Qué imaginación tienes y que bien escribes!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
Ay que brujas somos Nani, jajajja. Un besazo guapa!
EliminarJAJAJA... Eva, cómo me ha gustado el primero... es muy bueno y divertido y con un final que sorprende, vamos todo lo que necesita para ser un buen micro.
ResponderEliminarPena de despojo, ¡enhorabuena!
Un abrazo
Hola Rosy, pues mira que a mi el qu eme gustaba era el segundo...Gracias por tu visita ¡Besos!!
EliminarYo también me pido el primero.
ResponderEliminarPues un tercio para ti. Gracias Edita.
EliminarMe encanta la mala leche de la meiga, Eva. Gracioso, imaginativo...¿seguro que tenías línea en el teléfono? Me extraña que no sonara.
ResponderEliminarMil besos y suerte para esta semana.