Frágil damisela
Mucho me temo que vienen a rescatarme, aunque,
afortunadamente, han llegado tarde. Otro día quizá les deje sentirse unos
caballeros. Hoy me apetecía ser una niña mala.
In fraganti
―Mucho me temo que vienen a rescatarme; tendré que fingir que
soy la víctima― le susurró clavándose el cuchillo en la pierna.
Relatos presentados la semana 28 temporada 2013-2014 al concurso Relatos en Cadena de la cadena SER (http://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/)
Las niñas buenas van al cielo, las malas a todas partes.
ResponderEliminarInteresantes propuestas, me gustan los breves y tus gotas chapotean bien en charcos pequeños.
Besos.
Tus retales de piel enjugan mis gotitas con ternura. Besos buenos y malos.
EliminarEva, dos microrrelatos que desmontan el tema de victima y héroe al rescate.
ResponderEliminarMe quedo con el primero antes que el segundo, aunque me gustaron los dos.
¡Suerte para la semana que viene!
Abrazos.
Bueno, veo que los gustos andan divididos. Y, si, la frase sugería eso precisamente ¿no ? ;o) Un beso, Nicolás.
EliminarHola Eva. Me gustan los dos, pero el primero me enamora por momentos. Has ido por lo breve, y es evidente que a ti todo te sienta bien, porque tus apuestas están para luchar con cualquiera. La frágil damisela nos desencadena a un personaje y todo lo que le rodea (desborda inteligencia) y el in fraganti parece una continuación del personaje pero mucho más mayor y en otras guerras. No has hecho un 2x1... has conseguido un 1 con 2. Enhorabuena y suerte. :)
ResponderEliminarQue cosas más bonitas me dices siempre. La verdad es que leyéndoos hay algo que me sorprende ¿por qué dais todos por sentado que la que clava el cuchillo en el segundo es una mujer? podía ser...un niño ¿no?. Gracias y besos.
EliminarEva, qué buenos los dos y cuánto se puede decir con muy pocas palabras. Me gusta especialmente el primero. Será por aquello de que a todas nos gusta ser, por lo menos de vez en cuando, chicas malas, jejeje. Bicosss, guapísima.
ResponderEliminarTú no puedes ser una chica mala ni aunque te empeñes, ja,ja,ja. Besos preciosa.
EliminarUm.. cómo me gustan la niñas malas, je je.
ResponderEliminarBesos Salamandra.
¿Ah si? je,je,je
EliminarBesos osito.
Mira si soy malo que me quedo con el segundo; además, me gusta la crítica que encierra, sea consciente o por casualidad, a mí me ha dado a entender un mensaje. No siempre el lobo engaña a Caperucita.
ResponderEliminarYo coincido contigo, Lorenzo. Está abierto a que imagines lo que quieras y, como dices, hay Caperucitas terribles :o) Enhorabuena de nuevo por tu Wonderland. Un beso y gracias.
EliminarDos buenas versiones, muy esclarecedoras, y hasta reales
ResponderEliminarSaludos
Gracias Asun, no todo es siempre loq ue parece. Besos.
EliminarPrefiero el segundo cuestión de gustos los dos están bien construidos pero el primero me gusta más con la triquiñuela el guiño de la chica. Es pícaro y divertido.
ResponderEliminarAbrazos a por la proxima
Yo también lo prefiero, Manuel. Gracias por pasarte y un abrazo.
EliminarMe gusta mucho el segundo, dice mucho en pocas palabras y retrata a una chica realmente mala. Muy bueno.
ResponderEliminarSaludos.
Y a mi, y a mi....pero, repito, igual no es una chica ¿no? Puede ser otro hombre, o un niño... Gracias Beto. Un beso.
EliminarDos niñas malas, sin duda, pero creadas por una pluma buena.
ResponderEliminarSaludos Eva.
Pues nada, que serán niñas, ja,ja. Gracias rafa, más quisiera yo que tener una pluma de esas ;o). Besos.
EliminarHola, Eva.
ResponderEliminarYo compro el segundo, pero con los ojos cerrados, lo que no quiere decir que no me encante el primero también.
El primero con esa niña mala que decide cuando lo es y cuando no es muy imaginativo y demuestra un perfecto control de una misma.
Peeeero el segundo es la bomba. No sé qué decirte porque me encanta esa pérfida (que será una chica) intentando disimularlo todo y clavándose un cuchillo. Fantástico, guapa.
Un besazo o más y mucha suerte para la próxima.
Towi, ¿y si lo hubiera dejado así?:
EliminarIn fraganti
―Mucho me temo que vienen a rescatarme― le susurró clavándose el cuchillo en la pierna.
Pues hasta sobraban más palabras. Pero ¡qué manía con que sea una chica! ja,ja,ja.
Otro besazo a ti y que tengamos suerte, si.
Muy buenos Eva, relatos con el prototipo de cualquier cosa menos una damisela en apuros.
ResponderEliminarMe gustan los dos. Muy buenos.
Saludos.
Gracias Alfonso. Creo que las damiselas son personajes en peligro de extinción :p
EliminarUn abrazo
Breves, brevísimos.
ResponderEliminarCon interesantes y simpáticas vueltas de tuerca.
El primero me sacó una sonrisa, y con el segundo me quedé con ella.
Felicidades en cualquier caso
A veces, Luisa, no apetece meterse en más berenjenales. Tus sonrisas valen oro para mi. Gracias y besos.
ResponderEliminarParece que te estás especializando en cortos, cortísimos relatos, que además, dan que pensar. Besos
ResponderEliminarNi mucho menos; hay verdaderos artistas de eso. Lo que pasa es que a veces no me apetece 'trabajar' ;o) Gracias por pasar por aquí. Un beso.
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