.

.

lunes, 28 de abril de 2014

Sortija (I)



  La Sortija, uno de los tres torneos que se celebran en las Microjustas literarias de la web de Ociozero en las que llevo participando ya  cinco ediciones, es uno de mis favoritos. Se trata de escribir micros con un máximo de 50 palabras , titulo incluído, utilizando como tema la última palabra del micro anterior (entre paréntesis).

He aquí algunos de los que logré engarzar como 'nadie' ;) en la Sortija de la XIII edición:




Las calderas de Botero (balazos)
Caminaba entre ambas trincheras como Pedro por su casa, sin miedo a que lo acribillaran, esquivando balas perdidas, dando saltitos de alegría. Cuando aparecía, los rojos le hacían fotos y los nacionales rezaban un padrenuestro.

Hombre araña (mía)
Pensé que escaparía, pero cayó en mis redes. La envolví con cuidado, arropándola entre mis brazos. La inundé con mi esencia de perpetuidad y mientras me miraba petrificada a los ojos, la coloqué con mimo en una esquina, para después degustarla en su punto, perfectamente licuada.

Purgatorio (engañándose)
Sus dedos traslúcidos atravesaban la pistola que escondía en la mesilla cada vez que trataba de cogerla, del mismo modo que no podían estrangular los gemidos de placer que atormentaban su alma. Sobre su propia cama, los cuerpos traidores se entrelazaban, ajenos a su aún no asumida inexistencia.

Empatía (yo)
El día que me puse sus gafas y vestí su piel me horroricé: jamás había presentido al enorme monstruo de mi ego. Constaté su presencia invasora, la fuerza con la que aniquilaba a todos a su alrededor y el hedor de mi magnífico resplandor a orgullo podrido.

Desamor (definitivamente)
Se rapó el cabello para eliminar cualquier rastro de sus besos, se restregó con estropajo para borrar sus caricias, quemó sus regalos y sus fotos y se marchó a vivir a otro lugar. Pero seguía en su corazón y no tuvo otro remedio que usar la pistola para extirpárselo.




Dejadez (importarle)
Lo que más me asustó, cuando fui a verla, fue que tuviera un nido de petirrojos en la cabeza y, cual tatuaje, recorriera su pierna derecha una hilera de hormigas.

La abuela (punto)
Comprábamos los ovillos por centenares para que nunca dejara de tejer, con todo tipo de puntos, aquella bufanda multicolor e infinita con la que quería rodear el planeta antes de morirse. Decía que con tanto egoísmo, el mundo estaba resfriándose.



 Relatos presentados a la Sortija de las XIII Microjustas (http://www.ociozero.com/foro/xiii-concurso-de-microjustas-literarias)

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por tu Sortija Eva, yo creo que estuviste a punto de arañar el cielo. Me gustan todos pero mi favorito es Hombre Araña. Como se nota lo que te gustan los bichos.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, ahora los releo 'en frío' y no me parecen tan geniales, pero ya sabes, eso de 'parir' con presión, ja,ja. Trataré de cultivar la calidad en detrimento de la cantidad para las próximas.A mi también me gusta ese hombre araña, bueno, no me gusta él, tan calculador y manipulador, pero tú me entiendes. Mucha suerte mañana, lagarto, en esa final mensual. mereces estar ahí. Un beso fuerte fuerte. Y gracias por tu visita ;)

      Eliminar