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martes, 16 de agosto de 2022

In memoriam

 

 Añado a la lista no volver a burlarme de tu nariz. Este vestido tan ceñido me está matando, pero es perfecto. Busco las gafas negras. Ayer anoté lo de no disfrazar cebolla en la tortilla de patata, no resoplar cuando viene tu madre a comer, no planchar torcida la raya de tus pantalones, no escupir en tu café.

 Lo de no hacer cortes en tus cuerdas mejor lo omito.

 Aunque el sedán sería más adecuado para presentarme allí, cojo las llaves de tu todoterreno. Lo trajeron anteayer, cuando te declararon oficialmente desaparecido en la sierra. Siempre preferiste estar con tu amada montaña antes que conmigo ¿no?

 Decías que mi originalidad resultaba ridícula. Quizá tuvieras razón, pero me regodeo imaginando la escena: tu familia circunspecta, apenada en su justa medida, sin una lágrima fuera de lugar, ni aspavientos innecesarios, ni muestras de dolor indecorosas. Alternando sus miradas de desconcierto a tu inapropiada foto en el Mulhacén con las de odio a mi indumentaria amarilla. Boquiabiertos, escuchándome enumerar las pequeñas satisfacciones con las que me rebelaba a tu despotismo y prometer, riendo, que si regresas me enmendaré.

 Como si fueras a regresar. Como si alguien te esperara. Eso sí que sería ridículo.

 

 

 

 Relato presentado a la sexta convocatoria de Esta Noche te Cuento 2022, inspirado en regresos  (https://estanochetecuento.com/?p=56489&preview=true )

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