
Si se lanza podrá empezar de nuevo, buscar otras metas, otros sueños, aunque estrellarse contra un suelo gris y polvoriento, una vez más, congela su corazón.
La otra opción, permanecer allá arriba con los pies colgando de esa luna dorada y creciente, es muy tentadora, pero la previsible soledad provoca un tremendo escalofrío en sus huesos. Porque nadie sabe de su hazaña, nadie querrá buscarla mirando al cielo, nadie imaginará jamás que logró alcanzar su deseo, que voló tras un murciélago transparente para mecerse, acurrucada en ella, durante el insomnio de una noche de verano.
Relato presentado a la quinta convocatoria de Esta Noche te Cuento 2018, inspirada en la foto de Benoit Courti (http://estanochetecuento.com/de-vertigos/)
Qué bonito Eva. Cuando vuelva a casa dentro de unos días comentaré e ENTC. Mientras tanto, mucha suerte.
ResponderEliminarBesicos muchos
Nani! Que cielo eres. Gracias! Muacs!
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