La panadera
Y le manchaba los dedos de harina al entregarle el paquete y
le hacía estremecer con su aroma a pastel, pero jamás se daba cuenta del hambre
de amor que le provocaba. Así que una mañana él, en vez de tenderle las monedas
habituales, le entregó, ruborizado y con
lágrimas en los ojos, una nota de su puño y letra. Ella experimentó un arrebato
de ternura al leer aquellas dos palabras inesperadas: “Soy celíaco”.
Ritual
Y le manchaba los dedos de harina al entregarle el paquete
con los suspiros de merengue para su abuela, y él trazaba un corazón sobre el
mostrador con aquel polvo blanco y le dedicaba una sonrisa. Cada sábado, desde
hacía veinte años. Pero cuando el médico dictaminó que el azúcar de doña Piedad
ya no soportaba más dulces, tuvieron que buscar otro escenario y, así, cada
domingo, era él el que le mojaba a ella los dedos con agua bendita al recibirla
en la iglesia y ella la que dibujaba, disimuladamente, un corazón húmedo sobre
el altar.
El pastelero
Y le manchaba los dedos de harina al entregarle el paquete
como si de una marca territorial se tratase, seguro de que ella esperaba ávida
ese momento, de que metería su mano bajo el delantal como escondiendo un
tesoro, de que cuando cerrase la puerta volaría hacia su cuarto, para
aspirarlos y lamerlos y, quizá, introducirlos donde él deseaba que lo hiciera,
y llegar así a poseerla de algún modo. No
sospechaba que, en realidad, a pesar de su sonrisa, ella corría hacia el baño
para frotarse las manos con estropajo, pues detestaba a aquel hombre tanto como amaba sus pasteles.
Relatos presentados a la semana 3 de la X Edición de Relatos en Cadena. (http://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/ )
Pues no debería llamarse despojos. Un abrazo, Eva.
ResponderEliminarPues se llaman. Es mi sino. Un abrazote.
EliminarMe encanta verte otra vez en plena actividad. Me quedo con los tres.
ResponderEliminarBesos
A veces necesito reponer fuerzas. Ya sabes. Besoos
EliminarMe gustan mucho los tres. Los finales son sublimes.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Con público como tú, hasta apetece retomar la pluma. Gracias Nani!
EliminarMuy buen trío. Besos.
ResponderEliminarGracias un poco atrasadas, maestro. Besazos.
EliminarLos dos primeros tienen su miga. La frase ha quedado encajada perfectamente y cada historia es distinta. Felicidades.
ResponderEliminarGracias Luisa. A ver si me reengancho a esto del Rec, aunque solo sea para leeros a vosotros en la carnicería :) Un beso!
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