.

.

lunes, 9 de febrero de 2015

Despojo



Encrucijada
Le faltarán, al menos, un par de centímetros para alcanzar la barra del trapecio, pero quiere ser como sus hermanos: también desea volar bajo la carpa, vestirse de colores, saborear el éxito y bañarse en aplausos. Por eso, cada mañana, se cuelga del techo del carromato con una piedra atada a los pies mientras su madre, que no pierde la esperanza, le lee con paciencia los inextricables párrafos de sus libros de medicina. 






Relato presentado a la Semana 18 de la VIII Edición de Relatos en Cadena .  (http://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/ )

7 comentarios:

  1. Hola, guapa.
    Es un buen remedio para estirar las vértebras. Con constancia y con una piedra más grande, seguro que consigue llegar a ese trapecio.
    Pues a mí me ha parecido un micro cargado de ternura, así que felicidades, rebonita.

    Un beso gigange.

    ResponderEliminar
  2. Muy bonito, Eva.
    Una historia de perseverancia a pesar de esa última parte que deja la puerta abierta a varias interpretaciones (la madre quiere otro futuro para ella, la niña tiene alguna enfermedad por la que no crece...) Grande, Eva, muy grande.
    Besicos

    ResponderEliminar
  3. A mí también me parece que has dejado la puerta abierta y me surgen dudas, pero de lo que estoy segura es de que a este micro se le sale la sensibilidad a borbotones.
    Besos a pares.

    ResponderEliminar
  4. A parte de esa duda que siembras al final sobre la existencia de una posible enfermedad, me quedo con ese tenacidad de la que siempre hacen gala los hermanos pequeños por alcanzar a los que les preceden. Rebosa ternura y, lo interpretes como lo interpretes, un increible afán de superación.
    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Puede que hay una enfermedad. O se cura y se puede hacer algo y hay que hacerlo. O no se cura. Por eso no entiendo lo de la lectura de los libros. ¿Es la madre médico? ¿No será mejor ir a verlo y ver qué dice? Para hacer lo que toque.
    En cualquier caso: me encanta la imagen la niña queriendo ser más alta de cualquier forma, es, como dicen, muy muy tierna

    ResponderEliminar
  6. Fijaos que curioso: he alucinado con vuestrs comentarios y después de releerme los he comprendido. Lo que para mi estaba tan claro, meridiano, resulta que por una elección de última hora ha trastocado todo el sentido. Y la foto, os ha hecho poensar, claro, que era una niña. La foto es una niña, mi niña, es verdad. En mi cabeza el portaginista era un chico (aunque no sea relevante). Y elegí los libros de medicina en vez de los de derecho en el último momento, lo cual ha hecho que penseis que está enfermo/a, que la madre es médico/a, que no crece por alguna enfermedad...pues no era esa mi idea. En mi cabeza. la encrucijada era que el hermano que no ha crecido lo suficiente para llegar al trapecio (que le falten dos centímetros no me parece síntoma de enfermedad, la verdad), en vez de dedicarse a estudiar, quiere ser como sus hermanos. Y su madre, que no pierde la esperanza de que siga estudiando Medicina, le lee los libros mientras él trata de estirarse, para ver si logra que termine la carrera. Ni más ni menos. Ya veo que ni de coña se entendía, jajaja y yo pensando que era bueno. En fin, gracias por pasaros por aquí a todos y hacerme abrir los ojos y aprender. Besos a los cinco.

    ResponderEliminar
  7. Bueno Eva.. por normal general yo de cada micro me salen tres.. lo que yo quiero decir, lo que interpreta mi madre, y lo que interpreta mi hermana. La verdad que el día que escriba uno que se entienda en mi casa... ya no será lo mismo XD. Llámame ventajista pero incluso antes de leer tu explicación le había cogido el aire bastante bien.. y de baja forma nada. Es un micrazo. Enhorabuena y mucha suerte. Un abrazo, o dos. :)

    ResponderEliminar