Antes de nada, quiero agradecer a
Izaskun Albéniz, la idea y organización de este micropasatiempo de verano del que creo que muchos hemos disfrutado y también el haberme cedido el honor de acogeros en esta última semana. Escribir por amor al arte y mantener la creatividad en forma, compartir y saborear ideas, frases y palabras, qué mejor modo de pasar el verano. Así que sin más preámbulos, aquí os dejo la propuesta para esta última semana de agosto:
* El número de la ONCE premiado ayer:
*El libro escogido, un pequeño homenaje a un gran escritor:
* Y como la página 6 no puede ser, nos vamos a la 11 y escojo esta frase:
Inmóvil frente a la puerta el padre padecía una instantánea fascinación.
Espero que os resulte inspiradora. Por mi parte, ha sido un placer participar en este 'enredo'.
¡A escribir!
Inmóvil frente a la puerta el padre padecía una instantánea fascinación.
ResponderEliminarEl, infatigable andador, saboreador de amores rápidos, incontrolable tomador de lo que encontraba a su paso, libre de ataduras y compromiso, se deleitaba ante la imagen -jamás pensada para sí- de la madre amamantando a su hijo. Sin duda esta visión eclipsaba todo lo vivido hasta hoy.
¿Y sentará la cabeza, Virtudes? No me extraña que quedara fascinado, es una de las imágenes más tiernas que existen. Un beso.
EliminarPrecioso, Virtudes.
EliminarUna imagen capaz de enternecer a cualquiera, muy bien leído.
EliminarTu personaje parece haber descubierto lo que es la "buena vida". Muy buen relato, Virtudes
EliminarQué bonita imagen, Virtudes
EliminarTodo pecador intenta redimirse de algún modo. Entrañable relato, Virtudes.
EliminarPreciosa y tierna imagen, Virtudes.
EliminarUn besote
Virtudes,bonito relato, aunque a este padre no hay quien le quite lo bailado.
EliminarSaludos.
Déjà vu
ResponderEliminarInmóvil frente a la puerta el padre padecía una instantánea fascinación, así que la madre le zarandeó para que reaccionara.
―¿Pero, qué haces ahí parado? ¡Saca las llaves y abre de una vez!
―Virginia… esta casa… ¡es AQUELLA casa!
―Querido, ¿de qué hablas? esta es la casa que nos han alquilado los Gómez para las vacaciones…
Javier buscó las llaves con las manos sudorosas, pero cuando abrió y los niños entraron corriendo y dando gritos se le pusieron los pelos de punta. Fue entonces cuando notó quebrarse la barrera , desapareció el bloqueo selectivo de su memoria y comprendió por qué siempre le había aterrorizado el anciano padre de su vecino.
¡Que inquietante escena! Me gusta cómo dejas elrealto abierto para que cada cual lo complete a su aire. Saludos
EliminarQué misterio sin resolver... me gusta. Un beso
EliminarUffff, qué miedo. Demasiado tarde, me temo. Estos alquileres se pagan por adelantado. :(
EliminarUyuyuy... el pasado que vuelve como su peor pesadilla. Muy bueno, Eva. Aprovecho para darte las gracias por este broche final tan precioso que nos has preparado.
EliminarUn gran beso y muchas gracias por todo guapetona.
Me temo que empieza con mal pie. Espero que las vacaciones borren los malos recuerdos.
ResponderEliminarPues más que borrarlos parece que los reactivan, casi mejor quedarse en casita a veces. Un beso, Virtudes.
EliminarUi ui mala experiencia pasada, estrés postraumático o mal lugar para las vacaciones. Pone los pelos de punta.
ResponderEliminarUn pasado enterrado en la memoria, bloqueo postraumático y sin duda, mala idea para las vacaciones. El abuelo Gómez se adivina como un monstruo agazapado en el recuerdo.... Un beso, Loren,
EliminarMe ha gustado mucho este cuento iceberg en el que lo que se mantiene oculto se intuye mucho más interesante que lo que se nos muestra. Se descubre así Eva como una genial prestidigitadora. Enhorabuena.
ResponderEliminarHumm...cuento iceberg,,, me gusta eso ;. tengo más de bruja que de 'maga', lagarto, Un beso.
EliminarBuen relato en la línea de lo terrorífico, abierto a que el lector complete la historia, me gusta.
EliminarSaludos.
SUCESOS KAFKIANOS
ResponderEliminarInmóvil frente a la puerta el padre padecía una instantánea fascinación. La madre, a su lado, tampoco podía dar crédito a lo que sus ojos veían. Se miraron y no hicieron falta palabras para transmitirse la extraña mezcla de sorpresa y preocupación por la radical transformación que su hijo, a los veintitrés años, parecía haber experimentado. Ni la del mismísimo Gregor Samsa les habría impresionado tanto. Las señales eran evidentes: su habitación, esa tarde, estaba perfectamente limpia y ordenada.
En esta última semana de Relatos del Azar, quiero agradecer a Izaskun y a todos los que habéis cedido vuestros blogs para ello, esta estupenda iniciativa que nos ha permitido mantener activas las neuronas durante el estío.
EliminarGracias y abrazos para todos.
¿¿Pero eso es posible?? ¿Aún tengo esperanzas?? kafkiano total, ja,ja,ja. Un abrazo.
EliminarMe ha gustado, pero yo más que kafkiano lo encuadraría dentro de la literatura fantástica. Un abrazo Rafa.
EliminarPues yo creo que vives en una realidad paralela.
EliminarO mejor Para...LELOS.
Jajajajaja
Si eso ocurriera en mi casa yo también me quedaría petrificada. Muy bueno Rafa.
EliminarNo sería que había ligado o peor aún que su rollete le ordenase la habitación. Muy gracioso, Rafa.
EliminarMuy divertido, Rafa. Desde luego esa transformación es impresionante.
EliminarGenial. Muy divertido el relato. Dejas abierta la duda de lo que le pudo pasar al joven. Un shock muy fuerte, me temo.
Eliminar¿De verdad es posible? Hummm. Pues intentaré no perder la esperanza ;).
EliminarMe ha encantado conoceros un poquito más y leeros ha sido un auténtico gustazo, igual que compartir estas semanas estivales con todos vosotros.¡Gracias!
Un fuerte beso, Rafa.
Cuando los hijos recogen el reguero de sus cuartos (sin que se lo pidan) seguro que después viene algún chantaje a los padres. Buen relato Rafa, ingenioso.
EliminarSaludos.
MILAGRO
ResponderEliminarInmóvil frente a la puerta el padre padecía una instantánea fascinación.
Sentada bajo el altar, con las alas desplegadas, una muchacha de rizos rubios esperaba. El sacerdote avanzó hacia ella con premura.
—¡Eres un ángel! —exclamó y cayó de rodillas.
—¿Siempre dices lo mismo? —preguntó la chiquilla—. Te gusta decirlo, ¿verdad, hijo de puta? Sobre todo cuando te las follas y ellas lloran de dolor.
Antes de que el párroco pudiese contestar, de la mano derecha de la muchacha brotó una espada de fuego. De un tajo segó el cuerpo del sacerdote desde la entrepierna hasta la garganta. El cadáver cayó al suelo desprendiendo humo que olía a incienso.
Muy buena la interpretación del padre no genético, muy dura la historia, y muy justiciera la resolución. Enhorabuena! Aunque sea una justicia "fantástica".
EliminarUn humo que olía a incienso, fantástico, aunque quizá tenía algún matiz de azufre también ¿no? Impresionante la escena que has montado en tan breve espacio. Enhorabuena. Vicente.
EliminarUn ángel justiciero. Habrá que mandárselo al Papa Francisco por si no sabe que hacer con los curas pederastas. Podría no parecer un adjetivo adecuado, pero me ha parecido un cuento bonito. Un abrazo.
EliminarYo no percibo olor a incienso. De acuerdo con Salamandra mas bien huele a azufre.
EliminarBien montado el micro. Me gusta.
Original interpretación de la "justicia divina", o del karma, o cómo lo quieras llamar. Tu ángel vengador tendría mucho trabajo en este mundo. Saludos
EliminarA ver si más de uno lo lee y se está quitecito.
EliminarBuena venganza, sí señor. Original micro, Vicente.
EliminarJusticia divina se le llama a eso.
EliminarJusta venganza, aunque quizás un poco tarde.... Puestos a hacer justicia, con la primera víctima hubiera sido mejor ¿no? ¡Buen micro, Vicente! Estoy encantada de haber conocido tu personal estilo ¡nos leemos!
EliminarUn fuerte abrazo
Siempre he creído que el azufre y el incienso tienen un olor parecido, o es qué el último se usa para camuflar al primero. Buen relato, duro.
EliminarSaludos.
¡Sorpresa!
ResponderEliminarInmóvil frente a la puerta el padre padecía una instantánea fascinación por lo que ocurría al otro extremo del pasillo. Las voces susurrantes y las risas ahogadas llegaron hasta sus oídos al tiempo que la luz temblaba y todo quedaba a oscuras. Fuera la tormenta arreciaba y los relámpagos, incesantes, alumbraron unas siluetas familiares que se ocultaban en el salón.
Desde que el accidente se los arrebatara meses atrás sabía que aquel día llegaría. El día en que sus fantasmas se congregarían para atormentarle y, sin tener en cuenta su aprensión por cumplir años, se esconderían en la sombra para sorprenderle por última vez.
Pues vaya , más parecerá un 'descumpleaños', pobre hombre, que encima sabe que el susto le va a matar Vaya miedito de sorpresa y con tormenta fuera, casi veo las sombras al final del pasillo....un beso, Anna.
EliminarY qué culpa tenía del accidente?
EliminarYa tienen malas pulgas los fantasmas estos.
Lo peor es que si se muere lo mismo están juntos porctoda la eternidad.
Qué castigo!
Salvo que tenga algo que ver con el accidente, que ya no sería tal accidente, es de admirar que se acuerden de él en una fecha tan señalada. Eso sí a ver a quién no le daría miedo una escena así. Un placer, Anna, leerte por aquí.
EliminarUn cumpleaños terrorífico, Anna. Un abrazo
Eliminar¡Ufff!. Empiezo a comprender por qué nunca me han hecho mucha gracia los cumpleaños sorpresa.
EliminarAnna, guapísima, ¡que bien leerte por aquí! Pobre hombre. Encima de que los ha perdido, vuelven para atormentarle por última vez...aunque si él ya lo esperaba, lo mismo tenía algo que ver en el accidente ¿no?
EliminarUn besote
Este es un relato a lo Stephen King, de miedo. Abierto a interpretación, por alguna razón los fantasmas del accidente le celebran el cumpleaños. Me gusta.
EliminarSaludos.
EMOCIÓN CUÁNTICA
ResponderEliminarInmóvil frente a la puerta el padre padecía una instantánea fascinación. Stephen se afanaba en montar el telescopio que había comprado con sus ahorros, a pesar de que la maldita esclerosis iba mermando día a día su cuerpo. Rehuyó la mirada de su hijo, no quería que viera la expresión de lástima y decepción que siempre afloraba cuando sus miradas se cruzaban, luchaba contra este sentimiento pero a cada intento era derrotado. Stephen tenía la habitación llena de libros de astronomía, matemática y física. Copérnico, Kepler, Galileo, Einstein, Fibonacci, se amontonaban como partículas caóticas de conocimiento. Stephen quería estudiar los agujeros negros, desentrañar sus misterios, pero sobre todo, en lo más hondo de su corazón, deseaba encontrar esa fuerza, ese sentimiento que hiciera que sus padres se sintieran orgullosos.
EliminarAprovecho este espacio para felicitar, en primer lugar, a Izaskun por su genial idea que nos ha acompañado este verano. Dar las gracias también a todos los que habéis colaborado abriendo tan amablemente la puerta de vuestra casa, y, por último, gracias a todos los que habéis compartido vuestros estupendos relatos. Abrazos.
Tu relato, Salvador, esconde un pequeño drama muy común y sospecho que aliviaría a muchos niños con el protagonista que has elegido. Gracias por pasarte también en ese 'fin de fiesta'. Un abrazo.
EliminarEl tesón es mas fuerte que las limitaciones aunque estas ganen la batalla.
EliminarHas puesto un modelo en el que habría que fijarse de vez en cuando.
A mi me ha sobrecogido el modo en que describes la actitud del padre, a medio camino entre el amor y la culpa. Muy bueno, Salvador.
EliminarAbrazos
Muy bueno, Salvador. De los que no te dejan indiferente y te hacen pensar. Un abrazo, ha sido un lujo poder leerte por aquí también cada semana.
EliminarMuy bueno, Salvador. Un placer leerte. Un abrazo
EliminarMuy emocionante, Salvador.
Eliminar¡Salvador, que bonito! Impresionante cuanto se puede lograr a fuerza de teson y valentía. Muchas gracias a tí por participar y enseñarnos tanto...
EliminarUn besote grande.
Bonito relato, en el que hay un homenaje a Stephen Hawking. Estoy seguro que los padres estaban orgullosos de tener como hijo a uno de los hombres más inteligente del mundo. Buen micro.
EliminarSaludos.
UTILIDAD DE LOS PROTOCOLOS
ResponderEliminarInmóvil frente a la puerta el padre padecía una instantánea fascinación, se frotaba los ojos una y otra vez pero siempre volvía esa imagen: cinco Juanitos alborotando por el salón de su casa.
Rápidamente pasó de la fascinación a la preocupación. Cómo se habían multiplicado sus problemas en forma de copias de su único vástago?
Fugazmente rememoró lo que había supuesto para ellos la crianza de su chiquillo. Al principio fue encantador, pero cuando empezó a andar su inquietud se multiplicó y no dejaba de llamar su atención constantemente. Estaban agotados, sus pequeños accidentes domésticos provocaron que les preguntaran en el hospital si lo maltrataban porque ya había sufrido cinco fracturas y solo tenía tres años de vida.
¡No, no, no, cinco Juanitos, no!
Su mujer y él se miraron con complicidad y no necesitaron hablar para tomar la decisión conjunta más seria de sus vidas. Efectivamente pactaron un último uso de su recien inventada “Fotocopiadora 3D” y tristemente la activación del protocolo de autodestrucción.
Me apena despedirme de vosotros, la experiencia ha merecido la pena, qué digo pena, ha merecido el placer de compartir estos momentos creativos, divertidos, tristes, reflexivos...
EliminarLo dicho, un lujazo para la vista!
Me apunto a otras iniciativas, creo que el hecho de publicar y comentar supera con mucho al otro concurso más competitivo, y menos socializado.
A mi eso de las fotocopiadoras 3D me da mala espina, véase tu ejemplo, ja,ja,ja. No te despidas, solo nos diremos hasta luego. Gracias por compartir tus relatos y comentarios, ha sido un placer descubrirte. Un abrazo, Cari.
EliminarPero A quién se le ocurre?
EliminarVamos prender fuego a esa fotocopiadora.
Jajajajaja.
Cinco Juanitos ¡Nooo! JaJaJa. O destruyen la fotocopiadora o empiezan a hacer copias de sí mismos para controlar tanto niño revoltoso.
EliminarUn placer leerte. Abrazos
Ja ja muy bueno. Anna ha dado en la solución, que se hagan una fotocopia también ellos. Un abrazo, Cari, secundo lo dicho por Eva.
EliminarJaja, Cari,¡vaya máquina infernal! Muy original y divertido. Un beso
EliminarJo, qué imaginación. Muy divertido tu relato. Llevo toda la mañana pensando en comprar una impresora para A3 y me vienes ahora con ésto.
EliminarJajajajaja Cari, hijademivida, ¡cinco Juanitos nada menos! ¡Qué imaginación! Estupendo micro para aprender de las consecuencias que pueden tener inventos a priori bastante inocentes...
EliminarYo también he disfrutado con todos vosotros, con vuestra originalidad, saber hacer, buen humor... ¡Ha sido un auténtico placer conoceros!
Un besote
Relato en la línea de lo fantástico y/o futurista. Con la clonación, las células madres y ahora las copiadores 3D vamos directo a “Un mundo feliz” de Aldous Huxley. Muy bueno.
EliminarSaludos.
ACTO DE CLAUSURA
ResponderEliminarInmóvil frente a la puerta el padre padecía una instantánea fascinación. Por fin los había encontrado. Se sentía un tanto decepcionado porque él, hombre de fe, hubiese cambiado su búsqueda de Dios pero ¿no era a fin de cuentas el camino de la literatura uno de los de que conducía a las verdades más universales? ¿Y no eran las verdades universales otra forma en que se presentaba el Señor? Allí estaban, reunidos. Brindando por el fin de un juego, seguramente conspirando para el próximo. Habían ido saltando de blog en blog durante semanas, algunas de ellas habían cambiado a último hora cuál era el blog que les acogería. Se lo habían puesto muy difícil pero, al final, en ese acto de clausura, podría hablar con aquellos que tratan con mimo a las palabras en el más pequeño de los formatos. Todavía no estaban todos pero ya se habían acercado a ese último punto azaroso de reunión Virtudes Torres, Salamandra Azul, Lorenzo Rubio, Juancho Plaza, Rafa Olivares, Vicente F.Hurtado, Cari Blázquez, Anna Lopez y Salvador Esteve. Ignacio J. Borraz parecía estar terminando su último micro en aquellos instantes. Le sorprendió que no hubiese llegado todavía Izaskun Albéniz pero seguro que llegaría pronto, seguro que la habían demorado sus filias y sus fobias.
BROCHE DE ORO si señor.
EliminarHa sido un placer estar ahí semana tras semana, junto a los nombrados y otros que echo en falta y que también han puesto su inspiración para placer de los demás.
Un gustazo leer vuestros RELATOS. gracias.
Hola, Virtudes!
EliminarMencioné a los que han acudido, de momento, a esta última cita. No por ningún otro criterio. Sé que faltan muchos por pasarse todavía :)
Olé has puesto el broche de oro y muy bueno el final :) un abrazo, encantado de haberte conocido gracias a esta iniciativa.
EliminarQué bonitooooooo, Ignacio! Me alegro de haber participado, disfrutado, aprendido, reído y reflexionado.
EliminarY yo me di cuenta nada más dar a publicar.
EliminarYces que el dedillo es tan rápido. XD.
¡Bravo Ignacio! Estupenda idea para el cierre. ¿Y no ibamos a estar conspirando para el próximo? Por supuesto que sí.
EliminarAbrazos a todos.
Bonito broche, Ignacio, muchas gracias. Otro nuevo conocido al que espero seguir la pista a través de mi pantalla. Ha sido un placer. Un abrazo.
EliminarSí, señor, un placer haber participado en esta iniciativa y leer a gente tan maja como todos vosotros. Buen broche, Ignacio. Besos
EliminarGenial, sí señor. Una gran despedida. Yo he llegado algo tarde, pero he disfrutado mucho el tiempo que he compartido con vosotros. Un abrazo.
EliminarOhhhh Ignacio, que precioso broche final para esta micropropuesta. Tengo que reconocer que ya estoy maquinando algo, aunque debo madurarlo..jajaja. Me alegra haber compartido letras y opiniones contigo. Ha sido un lujazo tener tanto talento junto durante todo el verano ¡muchas gracias!
EliminarAh! Y ahora os leeré con atención en las próximas seis semanas eh? Ese relato a seis manos tiene una pinta estupenda.
Un besote
Precioso broche final. Yo no he podido participar nada más que en esta última semana, pero he estado encantada de leeros (aunque no haya podido comentar por avatares del wifi y el verano)
EliminarSaludos
Una manera muy original de despedir esta interesante propuesta de escritura, qué mejor manera que un microrrelato con los participantes.
EliminarSaludos.
LLÁMAME
ResponderEliminarInmóvil frente a la puerta el padre padecía una instantánea fascinación. Justo el día de la boda de su hija, iba a descubrir, digiriendo y evacuando la tarta nupcial, que le estaban poniendo los cuernos. Se le removían las tripas al comprobar el nombre y el número de móvil inscritos con tinta reciente en la puerta del escusado, acompañados de un mensaje igualito al que él leyó en aquel antro, donde, hacía ya cinco años, en plena indisposición, se decidió a dar el primer paso. Ramón, el fantasmón, como él le llamaba cariñosamente en una intimidad clandestina, seguía anunciándose como antaño en las puertas de los aseos: 'Ramón, servicio a domicilio'.
Je,je,je,je, mi campeón Lorenzo, cómo no va a serlo con esta imaginación. Anda que no da para enredo el tuyo también...y es que hay para escribir libros enteros con la "literatura" de las puertas de los lavabos.
EliminarUn besón grandote.
Menudo enredo embarazoso, jaja. Muy original, como siempre, Lorenzo. Un abrazo
EliminarMuy bueno. Dicen que uno se entera el último de estas cosas, pero enterarse así es para quedarse bastante tiempo inmóvil frente a la puerta.
EliminarLaureado Loren,
EliminarImaginativo a raudales, crítico a veces, otras destilando humor, pero siempre compartiendo buenas letras. Buen micro. Y felicidades por tu éxito en los micros de las bandas sonoras. ¡te lo mereces!
Un gran abrazo
Loren, Loren, vaya enredo de "sitcom" que te has marcado para el final. Muy divertido.
EliminarSaludos
Utilizando el argot del béisbol, este padre es ambidiestro, batea a dos manos. Ingenioso relato Lorenzo D., muy bueno.
EliminarSaludos campeón.
Otro mmarrón. Y es que el pobre con esa ripa tan logera va de "oca en oca".
ResponderEliminarQue busque otro número y se quite de encima al fantasmón.
Mira que soy mala escribiendo con el móvil. Me sobran o faltan letras otras las cambio...
ResponderEliminarCorrijo: marrón, tripa, ligera uf! :)
DE OTRO MUNDO
ResponderEliminarInmóvil frente a la puerta el padre padecía una instantánea fascinación. Esta vez no se trataba del asombro que le producían esos rasgos etéreos que daban a su rostro una belleza singular; ni de la maestría con la que conseguía montar las maquetas cada vez más complejas que le regalaba; ni siquiera del estupor ante aquella reproducción literal de los diálogos de su película favorita. Por primera vez sintió una mirada cómplice y escuchó, de esa boquita perfecta, la palabra “papá”.
No sé porqué me imagino un niño casi transparente, que da un poquito de miedo. Un genio, vamos. Un beso, Concha y encantada también de haberte leído este verano.
EliminarMuy bueno. De esos relatos que te tocan la fibra. Momento mágico el que has captado y compartes con nosotros.
Eliminar¡Qué gracia, Conchi, hemos coincidido de alguna manera con nuestros micros, aunque tu instante mágico resulta mucho más interesante e inquietante! Te sigo por Kairos, preciosa.
EliminarBesotes
Los hijos, aunque vengan de muy lejos, siempre se aman y cambian las cosas.
EliminarGracias a todos por vuestros comentarios y sobre todo por vuestroa relatos. Me alegra coincidir con Virtudes en el título de uno de sus micros y con Izaskun en el contenido. Trataba de reflejar el emocionante momento de la primera palabra con sentido que ha pronunciado este mágico niño autista. Besos
EliminarInquietante. No se yo si un crío así es de los que producen fascinación o más bien produce canguelo del bueno. Muy bueno
EliminarBesos
Bonito y muy sensible, cómo se nota con quien trabajamos Concha!!!
EliminarSabemos que dicho por un niño autista las palabras emocionales son muchísimo más intensas... Enhorabuena por este verano memorable de pequeñas joyitas!!!
Un relato muy tierno, no hay dudas de la fascinación de los padres al oír la palabra “papá”, por primera vez, en boca de sus hijos.
EliminarSaludos.
Un genio. Este niño junto a Stephen de Salvador Esteve nos darán buenos momentos.
ResponderEliminarYa el primero se lo ha dado a su progenitor al decir Papá.
Esta generación promete.
(Concha has coincidido en el título con un micro que tengo yo en la antología de Bocados Sabrosos III). XD
ResponderEliminarHijo pródigo
Inmóvil frente a la puerta el padre padecía una instantánea fascinación. Su hijo menor había vuelto. Él, sus esposas, y los diez niños que tenían. -¡Padre, regreso a ti! Me comí y bebí la herencia y tengo deudas que pagar. Admito que tenías razón, y con humildad, retorno a implorar tu perdón-
El padre le miró largamente, observó la inmensa prole e hizo un rápido cálculo.
"Perdonado quedas, hijo mío", exclamó dándole un fuerte abrazo. "Mas no hacia falta que hubieras regresado personalmente, con un mensajero hubiera bastado. Así que, ya te estás dando media vuelta y regresando a tu casa". Dicho esto, mandó cerrar las puertas de la suya.
Justo puedo mandar el micro. En cuanto me sea posible volver a conectarme, leeré todos aunque no prometo que pueda comentarlos, si bien estoy segura que serán buenísimos como siempre. Un gran abrazo
EliminarEs que vaya papeleta, ja,ja,ja, así pide perdón cualquiera...N me extraña que se quedara patidifuso. Un abrazo, y gracias por 'marcar en el último minuto' Esther.
EliminarEl padre tiene toda la razón: para pedir perdón no hace falta tanto equipaje. Divertido relato.
Eliminar¡Madremiademivida! ¿eso era una casa o un estadio de fútbol? Normal que el hombre al echar cuentas pensara que lo mejor era darle dos vueltas a la llave jajaj.
EliminarEncantada de haberte leído todas estas semanas, Esther. Me alegra haber compartido vuestras extraordinarias historias llenas de imaginación y talento.
Un besote, guapetona
Pues ya podía haber destinado un poquito de la herencia al control de la prole.
EliminarY eso de "las esposas"...
el rajá no se privaba de nada.
!Qué morro!
Jaja, pobre padre, el aguante tiene un límite. Muy divertido, Esther
EliminarJajaja. No m extraña que el padre quedara fascinado, menudo elemento el primogénito.
EliminarSaludos
Qué bueno, jajaja! Empiezan con la edad del pavo a los 12 y a los 40 todavía revolotean por el nido para recoger nuestra comida ( lo llaman a edad del buitre)...
EliminarEva, vaya hijo pródigo, jaja, pero esta vez el padre lo manda a paseo que mantener a tanta prole una vez liquidada la herencia no es fácil. Me ha gustado ;)
EliminarEn esta parábola, el padre (como dicen los colombianos) no paró bolas y mandó al hijo a paseo. Original punto de vista. Buen micro.
EliminarSaludos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa llamada
ResponderEliminarInmóvil frente a la puerta el padre padecía una instantánea fascinación. Por un instante, parecía levitar. Señalaba con el dedo hacia un lugar lejano y sonreía. Entonces, alguien le preguntaba qué había visto y volvía a su anodina realidad.
Andrea, la pequeñaja de la casa, aseguraba que a quién padre veía era a la abuela y que a ella se le aparecía también. Ninguno la creímos hasta el día que salió corriendo a la calle con los brazos abiertos y papá no supo evitar su carrera hacia la llamada reservada para él.
Desde entonces, no pisa la calle y ha quemado todos los retratos de la yaya.
¡Ospas, Juanjo, qué micro te ha quedado! Estupendo, a caballo entre la realidad y la ficción al principio, y con un final de película. Buenísimo.
Eliminar¡Nos leemos!
Un abrazote
Juanjo, es un argumento para película de terror. Muy bueno.Un abrazo
EliminarJuanjo, muy bueno, pobre Andrea, un final de campeonato.
EliminarUn relato duro y triste pero muy bueno. Me gusta.
EliminarSaludos.
Jo que fuerte y que duro. Pero muy bueno. Un abrazo, Juanjo, espero que ese tipo de 'llamadas' no se repitan...
ResponderEliminarEsa abuela quiere algo.
EliminarParece que le de miedo estar sola en el más allá.
Caramba Juanjo, vaya final terrorífico. Muy bueno.
EliminarSaludos
Un nuevo despertar.
ResponderEliminarInmóvil frente a la puerta el padre padecía una instantánea fascinación. Suspendido en un instante mágico observaba atentamente los avances que en pocas semanas, y gracias a su propio tesón, había logrado su pequeña gran Marieta. Repentinamente, al cruzar sus miradas e intuyendo un momento crucial, llamó a voces a su esposa, quien, tan emocionada como él escuchó de los labios de su hija, por segunda vez en sus vidas, las dos sílabas más bonitas del mundo.
Izaskun, qué bonito, cuando escribes de eso, que si no me equivoco, que tienes experiencia y que seguro eres de las mejores, te salen unos relatos preciosos como el de Wonderland. Creo que por ahí puedes dar mucho sabes expresar muy bien el amor a los vástagos, encierras micha magia. Ah y muchas gracias por tus ánimos, pronto te quiero escuchar otra vez por la radio en Wonderland ¡eh!
EliminarMuy bonito, Izaskun. Me encanta ese instante mágico y como lo has contado. Graciosa la coincidencia de nuestros micros, jaja.
EliminarPásate por Kairos cuando quieras, yo seguiré tus filias y fobias. Un besote, guapa
Que bien que en todas las semanas, las propuestas hayan sido tan dispares y hayan dado lugar a relatos también tan diferentes.
EliminarRelatos de humor, amor, ternura, fantasía, de miedo, policiacos...
La fantasia ha revoloteado con mayor o menor acierto.
Gracias. Un abrazo.
La escena que describes es preciosa Izaskun, pero a mi hay una cosita que me inquieta: igual soy yo que veo fantasmas pero tu "pequeña gran Marieta" pronuncia esas dos sílabas por "segunda vez en sus vidas" (¿?) Yo lo encuentro sobrecogedor, o igual es que no lo entendí bien.
EliminarBien, y aprovecho ya que estamos, para felicitarte por la iniciativa (a ti y a todos los colaboradores)
Abrazos
A mí me ha gustado mucho. El instante que retratas es de los que uno debe recordar toda la vida, aunque después la lucha continúe.
EliminarAmi me parece muy emocionante ese segundo despertar, Izaskun, y esas palabras escuchadas de nuevo, tras el coma. Una bonita propuesta. Un besazo grandísimo.
EliminarUn relato muy bonito, todos nos alborozamos cuando escuchamos a los niños pronunciar sus primeras palabras.
EliminarSaludos.
@loren: muchas gracias, voy a seguir tu consejo, quizás ese sea el camino en el que debo profundizar...
ResponderEliminar@concha: ha sido una grata coincidencia, ¡nos leemos, preciosa!
@virtudes: gracias a ti guapa, que siempre tienes una palabra amable...rebonita!
@anna: si, Anna, la pequeña gran Marieta es una niña adulta . Ya pronunció esas sílabas cuando le correspondía, pero ahora, tras su nuevo despertar (posiblemente de un coma) los padres reviven con igual o mayor emoción ese momento. No quería que resultara demasiado evidente, y creo que ese ha sido el fallo. Lo he dejado demasiado abierto...tengo que mejorar. ;) Gracias Anna por hacermelo notar.
Un besote
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar