.

.

viernes, 1 de enero de 2021

El hueco monocolor

 

 

  Decías que cuando estaba traviesa me gustaba ver el mundo en dos colores. Y era cierto que, haciendo de abogada de Lucifer, te arrastraba del blanco al negro, y viceversa, saltándome  todos los grises. Ahora cactus después alga, comulguemos con manzanas y pequemos con el pan, miremos como un pájaro y como un reptil, seamos valle y también montaña.

  Me observabas divertido, a veces escandalizado, adaptando a mis atajos tu flexibilidad: me regalabas una sonrisa, o una lágrima, para hacerme sentir normal y distinta. Pero sobre todo viva.

  El mundo sin ti no tiene  blancos, ni grises. Carece de luz. Transito cobarde por las horas, rehén de lo más oscuro, sin batalla que me inspire, sin tu latido vital, huérfana mi mano en el camino. Anonadada ante el vacío y el silencio que se construyen al disolverse la magia. Cactus, pan, reptil y valle. Incapaz de conjurarte, con un grito mudo horadándome el pecho.

  Derrotada, muerta por dentro, pétrea por fuera. Me atraviesa tu imagen querida, tu rostro ausente, tu boca quieta, tus ojos helados. Sin una palabra más, desgarro mi ser al girar para alejarme hacia el destierro: ese lugar donde sobreviviré con tu recuerdo apuñalando eternamente mi alegría.

 

 Relato presentado a la primera convocatoria de Esta Noche te Cuento 2021, inspirada en la tristeza y la nostalgia (ENTC )

 

 

 

 

 

2 comentarios:

  1. Muchas felicidades y suerte Eva. Es tan nostálgico como se nos pide y magistral como solo tú sabes hacerlo. Suerte bonita y feliz día a día de 2021.
    Besicos muchos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias Nani! Feliz día a día a ti también, siempre. Besos enormes.

      Eliminar