
Paredes parlantes
Como sombras disipadas por un nuevo amanecer se fueron
diluyendo las manchas de las jirafas, las nubes rosas y las estrellas del
techo. Después fueron sustituidas por posters de jóvenes desconocidos y
fotografías de lugares ignotos. Pero eso tampoco duró para siempre. Un día
arrancaron todo y pintaron la habitación de blanco impoluto. Fue después del accidente. Desde entonces,
como luces reavivadas por un nuevo
atardecer, fueron apareciendo dibujos multicolores que hablaban de flores rotas.
Hambruna
Como sombras disipadas por un nuevo amanecer, huyen las cucarachas al
encender la bombilla del sótano. Soy el
único de la casa que se atreve a bajar las escaleras, el único dispuesto a
instalarse allí, a cazarlas, a alimentarse de ellas. El único al que sí le
importa morir.
Relatos presentados a la semana 13 de la IX Edición de Relatos en Cadena. (http://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/ )
Ambos, totalmente distintos, encierran terribles historias. Me gusta un poco más el segundo, porque golpea más en el estómago (fíjate, qué cosas)
ResponderEliminarFelicidades!
Pue syo que había puesto mis esperanzas en el primero.... en fin, que gracia spor estar ahí siempre, Luisa y Feliz Navidad.
EliminarPues la verdad es que me han gustado mucho los dos Eva. Quizás me quedo un poco más con el primero pero sólo si tengo que escoger, que no es el caso jeje...
ResponderEliminarFeliz 2016!
Besos,
Sandra
Hola Sandra, pues nos quedamos con el primero tú y yo. Gracias y Feliz 2016!
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