Falacias

Modas terribles
Vuelven a ser invisibles en cuanto se apaga la luz, y eso le
tranquiliza. Se aferra a su osito y al consuelo del chupete deseando ser mayor,
aprender a hablar y poder decir a sus padres que los Minions, con los que se
han empeñado en abarrotar las paredes y estanterías de su cuarto, que estampan
sus pijamas, calcetines y biberones, le parecen engendros del demonio
dispuestos a robarle la infancia y el equilibrio mental. Mientras tanto, solo
puede llorar desconsoladamente intentando que lo comprendan de una maldita vez.
El vuelo
Vuelven a ser invisibles cuando trato de enseñárselas a
alguien. No lo comprendo. Me miran como si estuviera loco, y no les faltan
motivos. Pero yo las veo perfectamente, grandes blancas y suaves, saliendo de
mi espalda. Aún no he aprendido a utilizarlas, pero cuando sepa volar, todos me
creerán. Siempre dijeron que parecía un ángel. Es lo que trato de explicarle al
enfermero que me ruega que me baje de la cornisa, porque él tampoco puede
verlas. Quizá haya llegado el momento de demostrarles que no miento.
Vuelven a ser invisibles los recuerdos que ayer me hicieron
llorar: una botella de vodka es suficiente para enterrarlos durante algún
tiempo. Seguir adelante no es garantía
de que se alejen para siempre, ni siquiera tratar de convivir con ellos lima
sus espinas. Nadie me sabe confirmar si la muerte en masa de neuronas será más
rápida que la cirrosis. Así que he empezado a mirar mis muñecas como una
posible solución definitiva.
Vocecitas
Vuelven a ser invisibles y, sin embargo, las sigo escuchando.
Intento avisar a mi madre de que tenga cuidado con el tiesto de la ventana, que
se va a caer encima del gato, pero ella
me revuelve el pelo y me manda a jugar a mi cuarto. No cree en las malditas
hadas. El gato sí, las intuye y se salva por los pelos de morir aplastado. Pero
yo no me libro del castigo por romper la maceta de geranios que ni siquiera he
tocado.
Fantasmas
Vuelven a ser invisibles y es entonces cuando su aroma a
nostalgia se esparce por el desván. De nada sirve evocarlos con fotos ni
invocarlos con la Ouija. Son ellos mismos los que deciden aparecer cuando menos
lo esperamos para ponernos la piel de gallina y recordarnos que no olvidan a
los vivos, que recuerdan lo que hicimos, que vigilan nuestros pasos y que nos
esperan porque, algún día, nosotros también seremos invisibles.
Recompostura
Vuelven a ser invisibles, pero latentes, las ganas de comerte
a besos. Vuelven a serlo porque de tanto quererte y desearte se me había
quedado cara de angustia y desasosiego. Y eso no puede ser, lo sabes. El guión
no lo permite. Así que he borrado de mi rostro la pasión y he pintado una
máscara de indiferencia. Solo espero que no te dejes engañar y sepas verme a
través de ella.
Relatos presentados a la semana 7 de la IX Edición de Relatos en Cadena. (http://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/ )
¡Jesús, qué capacidad de creación la tuya, qué manera de apabullar! Enhorabuena.
ResponderEliminarPues no veo yo que apabulle a nadie...Gracias Edita, a ver si saco tiempo para visitaros a todos. Un bico.
EliminarVaya derroche de imaginación el tuyo. Gran cosecha y buena calidad.
ResponderEliminarSi tengo que elegir, me quedo con el primero, por su sonoridad.
Un saludo.
Pues que sea para ti, ya que ellos no lo quisieron ;) Gracias Alfonso. Un abrazo.
EliminarEres el Fénix de los ingenios.Conciencia, Vocecitas y Fantasmas, te ponen la carne de gallina. Suerte la próxima semana!! Besosss!!
ResponderEliminarnahh estoy con otras cosas... ;) Gracias lagartito, besos.
EliminarTodos son muy interesantes. Por mencionar uno, me hace gracia el del niño en la cuna.
ResponderEliminarTambién es mi favorito, Antonio, Realmentem tenía mis esperanzas puestas en él. Pero ya ves. Un abrazo y gracias.
EliminarA no na da da, así, en cinco palabras. Voy a proponer a la escuela de escritores otro concurso que valore la capacidad creativa, lo ganas seguro.
ResponderEliminarBesotes.
Jaja, que guapa eres Piel. Besos.
EliminarDesde luego Eva, que en capacidad creativa estás muy alto, altísimo como bien dice Piel de Retales. :) Yo me jactaba en casa de que había enviado cinco micros (muy buenos, les dije) pero ya veo que me superas. Hay frases que son maravillosas y esta era una de ellas. Humor, suicidio, maltrato, no hay nada que se te resista, amiga.
ResponderEliminarHay frases y frasesm sí y hay épocas y épocas. En fin, cada vez estoy más convencida de que hasta dentro de diez años o asi no me toca de nuevo la lotería de que me llamen. Besos, Laura.
EliminarComo el sastrecillo valiente ¡siete de un golpe! Temendo. Me quedo con las vocecitas.
ResponderEliminarEs que mira que son malas las hadas... Para compensar, esta semana no he escrito ni uno. Besitos
EliminarQué barbaridad, Eva, estás que te sales. Me ha gustado especialmente El vuelo, por la sencillez y la inocencia que desprende. Muy bueno, preciosa.
ResponderEliminarUn besote
Hola guapa, ya ves, para todos los gustos y ni aún así, jajajaa. Un besazo y gracias.
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