.

.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Despojos



Consumismo
Al abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas: su cerebro no hallaba palabra que definiera aquella montaña de aparatos tecnológicos idénticos a los que acababa de ver en el escaparate de una tienda. Cerró la tapa para asegurarse de que no estaba  husmeando en una propiedad privada en vez de en la basura, pero no era así. Decidió seguir su camino y buscar otro donde hubiera deshechos de gente coherente.

Técnica del avestruz
Al abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas, así que lo cerró rápidamente en un intento de ignorar su posible Alzheimer: era  un lujo que no se podía permitir.

Reseteo
Al abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas: recordaba que, cuando la veía en carnes ajenas,  llamaba de otra manera a su reciente marginalidad. También le sonaba que existían otras palabras, en tiempos más felices, con las que denominaba el reciclaje de alimentos al que ahora se dedicaba. Sospechaba, además, que muchas de las posesiones que había tenido, ya no tendrían cabida nunca más en su vocabulario. Y fue entonces cuando, sintiéndose reubicado por fin y liberado del lastre de los prejuicios, flotó por las aceras contagiando sonrisas.

Memorias
Al abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas, así que decidió meterse  dentro hasta que recordara todas y cada una de las que realmente importaban.  El camión de la basura se encargó de espantar sus lagunas mentales y aclarar sus prioridades definitivamente. Cuando  encontraron su cuerpo, nadie fue capaz de recordar quién era.

Donde la M
Al abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas: aquello no podían ser patatas, aunque lo parecieran. Ni lo otro, pegado a una especie de esponja circular, carne, aunque tuviera su color. Y lo verde… ¿lo verde sería lechuga? ¡Ni de lejos!
Asustado, cerró rápidamente la tapa y decidió no acercarse nunca más a la basura de aquel restaurante de ¿comida? rápida. Ahora entendía por qué nadie husmeaba en esos cubos: hacían perder la memoria de lo bueno.

En la frontera
Al abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas porque no era capaz de calificar aquel horror de cuerpos apilados como sacos. Con lágrimas que desdibujaban el espectáculo, el pecho oprimido y la náusea estrangulando la supuesta rudeza de su autoridad, dio orden de averiguar si quedaba alguien vivo mientras llegaban los servicios de emergencia. Él mismo puso manos a la obra. Dejó su mente en blanco hasta cumplir su misión: después, desgraciadamente, ya lo recordaría todo.



Relatos presentados a la semana 1 de la IX Edición de Relatos en Cadena.  (http://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/ )

17 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Pues no sé yo lo que arraso Edita, más que mi pobre teclado, jejeje. Bicos.

      Eliminar
  2. Chica, se nota que viene tiempo de setas, je je, menuda producción, mitad de todos los presentados deben ser tuyos.

    Me quedo en la frontera.

    Besos de oso.

    ResponderEliminar
  3. ¿A que lloro? Pues con la frasecita que han dejado para la que viene, me echarán de menos ;P . Pues ni en la frontera se quedan ellos. Beoss de salamandra.

    ResponderEliminar
  4. Mi preferido...Memorias.
    Y enhorabuena por la cosecha, empiezas fuerte.

    ResponderEliminar
  5. Mi preferido...Memorias.
    Y enhorabuena por la cosecha, empiezas fuerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Luisa. Empiezo fuerte y continúo flojito, pero lo importante es seguir. Besos

      Eliminar
  6. ¡Vaya productividad! Te ha sentado bien el descanso, ya se lee. Si he de elegir uno me quedo con Memorias que a mi también me gusta meter gente en contenedores.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, parece que tenía ganas, pero me frenan las frases escabrosas, ¡grrr! Besos.

      Eliminar
  7. Eva, tan prolífica como de costumbre. Todos muy bien hilvanados. Te sigo disfrutando si la ventura me lo permite. Muchos abrazos y muchas suertes :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dile a la Ventura esa que te lo siga permitiendo, que sino me enfado. Muchas gracias y muchos besos.

      Eliminar
  8. Hijademivida qué bárbara. Estupendos tus micros, eva. Me quedo con el último y te deseo mucha suerte para esta semana que la frasecita de marras se las trae...
    Besotes

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Luzdemicorazón, siempre con tus palabras de aliento. Te deseo lo mismo, guapa. Besos!

      Eliminar
  9. Que requetebién te han sentado las vacaciones, menuda recolección has obtenido. Me gustan todos peri me quedo con el último. Muchas felicidades y...
    Besicos muchos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Nani, pues si, ya se me acabarán pronto las pilas si sigo a esta marcha. Un besico o más.

      Eliminar

  10. Gran cosecha de letras la tuya Eva. Y eso que la frase de inicio se las traia...

    Te leo muy bien, como diriamos los bloggers.

    Suerte con el bate.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Gracias Alfonso, yo me leo demasiado por aquí, jajajaj. Suerte a ti también. Un beso.

    ResponderEliminar