Cosas de la
infancia
Tanto visitante inesperado acabó con las reservas de vinagre
de casa, la paciencia de mamá con mi melena y las cabezas de todos apestando a
encurtidos.
Querida
desahuciada
Tanto visitante inesperado terminó por hacerte sospechar
lo que precisamente queríamos ocultarte. Pero en vez de hundirte, pintaste tu
mejor sonrisa, abriste las ventanas, llenaste los jarrones de flores y
celebraste a diario cenas, meriendas y fiestas invitando a todo el mundo.
Cuando por fin te marchaste intentamos conservar tu
alegría, pero solo nos salían lágrimas.
Relatos presentados la semana 18 temporada 2013-2014 al concurso Relatos en Cadena de la cadena SER (http://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/)
Uf el primero es superdivertido, ay esos pipis.
ResponderEliminarPero el segundo es todo lo contrario, se me ha encogido todo al leerlo. No se como será el ganador, pero estos a mi me parecen muy buenos.
Felicidades
Pues gracias por tus palabras, Asun. Los piojos fueron lo primero que se me ocurrió, mira tú por donde, ja,ja. Un beso.
EliminarEstoy de acuerdo con Asun, dos caras de una moneda, y los dos muy buenos. Me gustan mucho, Eva. Besos
ResponderEliminarGracias Luisa. Te contaré un secreto: el piojo de la foto es de vacas ;). Besos
EliminarEva, buenos despojitos. El primero me ha recordado la psicosis de la infancia, en el que mentar la palabra piojo era dramático. Me ha extraído una sonrisa.
ResponderEliminarEl segundo es dramático de verdad y esconde ese dolor por esa enfermedad.
Ya que esta semana no ha podido ser, suerte para la siguientes.
Abrazos.
Pues aquí publicados y releidos, al segundo le veo yo muchos -aste juntos que no suenan bien. tendré que prestar más atención a esas cosillas. Gracias por tu visita Nicolás. Un beso.
EliminarCon el primero por ocurrente nos bajas la guardia y con el segundo por duro nos matas. El segundo está muy bien girado. Lo escribes agridulce. Al final no sabes con qué quedarte. Si con la pena o con la alegría con la que tu protagonista afronta la vida. Enhorabuena. Mucha suerte para el siguiente. :)
ResponderEliminarGracias Juan Antonio, es que cuando el corazón está destrozado, a veces no se sabe bien cómo reaccionar. No sé ni la frase del siguiente, si me inspira, volveré a caer en este vicio ;o) Un beso.
EliminarBuenas dos sonrisas nos has creado con tus despiojos, y digo dos porque me voy a quedar con la alegría que quería conservar la protagonista.
ResponderEliminarMe parece una buena elección, Lorenzo: que su esfuerzo por transmitirla sirviera para algo. Gracias por la visita y otro beso para ti.
EliminarMe quedo con esos bichitos incómodos que me han sacado una sonrisa. Me gusta esa brevedad ingeniosa.
ResponderEliminarBesotes
Gracias, Raquel incómodos e indeseados. Besazos
EliminarHola, Eva.
ResponderEliminarEl primero, que pudiera parecer divertido, a mí me ha llenado de escalofríos... Una vez tuve que quitarle esos bichos tan asquerosos a mi hija. ¡Dios, qué horror! Creo que el micro es la leche porque sin demasiadas explicaciones he sentido hasta picores. Felicidades.
El segundo es de los que nos tocan el corazón. Esa mujer desahuciada que aún mantiene el espíritu alegre para hacer felices a los demás. Guau, Eva, muy intenso.
Los dos, me quedo con los dos porque ambos me han hecho sentir cosas.
Enhorabuena y una jartá de besos y abrazos.
Pues los dos para ti, ¡adjudicados! Acabo de leer tu finalista en wonderland, que cosa más bonita guapa. beoss a porrillo.
EliminarUmmmm, esas cabezas de aderezo de ensalada, je je.
ResponderEliminarAy esos desahucios inversos, tantas veces los que queremos proteger son los que nos rescatan.
Besos Salamandra.
Pues sí, Miguel, a veces reaccionan mejor ellos que los demás, y cuanto nos enseñan.
EliminarBesos, diablillo.
Me quito el sombrero con el segundo, me ha encantado, ¡esa fuerza de algunas personas!! Eva. El segundo si te digo que me gusta, me pica mucho más la cabeza, ¡espera que me rasco! Ya, en fin que me gusta, pero me pica mucho, jajajaj. Es una fobia infantil, una vez tubo que viajar mamá y cuando volvió, estaba que tubieron que pelarme a rape, y que mal lo pasé...
ResponderEliminarBesicos muchos.
Rapadita estarías igual de guapa, seguro!. pero ¿tantos tenías como para eso? ¡Jolín! Un beso, Nani.
EliminarBuen par de relatos. La gracia del primero, con esos animalitos que son los únicos que tienen los pies en la cabeza, y la nostalgia del segundo, están muy logradas.
ResponderEliminarFelicidades.
Gracias Rafa, una de cal y otra de arena ;o). Saludos
EliminarLos piojos el eterno enemigo de la infancia.
ResponderEliminarSaludos
Hay enemigos peores que ellos, sin duda, para los niños.
EliminarUn saludo.
Un micro muy triste, por desgracia el combierno ayuda los bancos ,los ricosy las grandes empresas dejó desamparados a los pobres y la clase muy baja.El micro tiene mucho sendimiento. Un fuerte abrazo, Sotirios.
ResponderEliminarEs otro modo de verlo, que el desahucio no sea de la vida, sino de su casa. Bien,Sotirios, por esa mirada diferente. Un beso
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