Adora la lluvia. Esa lluvia dulce y regeneradora que limpia almas y
estigmas, que resbala por los cuerpos orgullosos y sin incertidumbre. La que se
lleva la sangre de las aceras y las lágrimas del rostro, abraza
desequilibrios en los tejados, retumba en los canalones desgarrando telarañas
ancestrales. La que provoca arco iris. La que termina en las alcantarillas,
esas venas urbanas oscuras y misteriosas que siempre le inquietan, para
arrastrar lejos, muy lejos, la suciedad de la gente.
La que, aquel anhelado otoño de metamorfosis, diluyó por fin y para
siempre la sombra de la infeliz Daniela.
Relato presentado a la segunda convocatoria de Esta Noche te Cuento 2018, inspirada en la foto de Tom Waterhouse (http://estanochetecuento.com/daniel/)
Abordas un tema difícil, pero lo tratas con una sensibilidad exquisita, y me encanta la metáfora de esa lluvia limpiadora que lo deja todo preparado para emprender una nueva vida. Suerte Sala!!! Besote!!
ResponderEliminarLos que vivimos entre las gotas tenemos qu ebuscar el lado bueno de la lluvia o morir en el intento de sobrevivir ahogados... ¡Besazo campeón!
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