Contando bocas
―Recluida en el pozo seco, pronto se callará― dijo nuestro
padre aquella noche mientras intentábamos dormir abrazados para consolarnos.
Pero no lo hizo: siguió gritando que no era verdad, que no
estaba embarazada, que ella no había hecho nada.
Y a nosotros, escuchando su voz cada vez más lejana, nos
costaba conciliar el sueño por la agridulce emoción que nos provocaba saber
que, al día siguiente, habría una ración más para repartirnos.
Cooperantes
“Recluida en el pozo seco,
pronto se callará
pronto se callará
el alma del perro muerto
de frío y de soledad.”
Aquellas estrofas rondaban mi cabeza mientras intentaba sobreponerme
al drama que, con mis manos desnudas, apenas podía parchear. Pozos secos,
enfermedad y hambruna acallan sin piedad las voces de estas almas inocentes.
Nos ven llegar a su país, ilusionados y después marchar abatidos por la
desgarradora realidad, abandonándoles cuando las circunstancias se tornan
peligrosas.
Meharu me da la mano, ese pequeño manojo descarnado, y me
sonríe con sus grandes ojos llenos de confianza, y aunque sé que su cuerpo
liviano también callará pronto, yo le devuelvo la sonrisa.
Relatos presentados a la Semana 5 de la VIII Edición de Relatos en Cadena . Tema : el hambre en el mundo (http://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/ )