La cola era larga y variopinta: las princesas y Caperucita murmuraban
sobre la escasez y falta de calidad de príncipes azules; brujas y hadas
intercambiaban desesperadas hechizos inútiles; los lobos habían hecho
manada y miraban hambrientos a los siete cabritillos que escuchaban,
desconfiados, a los tres cerditos constructores.
La cigarra cantaba
en playback y la hormiga, después de tanto trabajar, estaba parada: Alí
Babá y los cuarenta ladrones tenían secuestrados todos sus depósitos. La
gallina Marcelina ya no ofrecía trabajo, el genio de la lámpara había
recortado deseos, Aladino vendía ilusiones piratas sobre la alfombra
voladora, la cola de la sirenita estaba manchada de chapapote, Pedro ya
no bromeaba sobre el lobo, Garbancito y Pulgarcito tuneaban las botas de
siete leguas y Hansel y Gretel traficaban con el chocolate de la
casita.
A Pinocho no paraba de crecerle la nariz y, aún así, eran
muchos los que apostaban por él: al parecer, la gente seguía creyéndose
cualquier cuento. Se rumoreaba que tenía futuro.
― ¡Atención, por favor! ¡Desalojen el recinto! ― sonó por megafonía ― Ya tenemos intérprete para la película.
Asombrados e indignados, escuchamos que el papel principal se lo darían a un héroe virtual que ni siquiera existía.
Relato presentado en 2013 al concurso BOY por el día del libro en Esta Noche te Cuento (https://estanochetecuento.com/boy1-el-casting-de-eva-garcia-martin/ ) e incluido en el Verano Mínimo de Radio Torredonjimeno en Septiembre de 2025
https://go.ivoox.com/rf/156778000
No hay comentarios:
Publicar un comentario