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martes, 2 de enero de 2024

La profesión más bonita del mundo

 


  Son las cuatro de la madrugada. Suena el teléfono. Una voz imperiosa le urge a abandonar el lecho calentito: Greta lleva todo el día intentando parir. Se levanta, se viste y sale sin despertar a nadie. Es diciembre, hace frío, llovizna y una niebla pertinaz se ha tragado el paisaje. El coche protesta, pero arranca a la tercera y Mario, con la nariz congelada y los dedos entumecidos, recorre los treinta kilómetros. Se siente afortunado al vislumbrar una lechuza sobrevolando la carretera y un hermoso zorro apostado en el arcén.

  Hay luz en el establo. Ringo ladra y se frota contra sus piernas al reconocerle. Entra presuroso y se encuentra la siempre mágica escena de una vaca lamiendo a su ternero. Se hace un silencio espeso. Lucas le mira compungido, el vecino trata de esconder las cuerdas que ha usado para sacarlo y Carmen corre a buscar una botella de coñac que descongele la mueca de estupefacción de Mario. Solícito y profesional, mete el brazo para comprobar que todo esté correcto.

 
  Conduce hacia casa manchado de sangre, con pulgas y sin remuneración. Los faros iluminan a un lobezno atropellado. Conmovido, se detiene a ayudarle. Son las seis de la mañana.

 

 

Relato presentado a la primera convocatoria de Esta Noche te Cuento 2024, inspirado en el concepto Kalopsia  (https://estanochetecuento.com/02-la-profesion-mas-bonita-del-mundo/)

 

 

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