Como si de una plaga venenosa se tratara, una tras otra se desmoronan
las parejas que Don Eustaquio casó para siempre.
Dicen los mayores que es culpa de la modernidad, que los
cuernos no son lo que eran, escarceos prohibidos en el pajar zanjados con
sangre o avemarías. Ahora no hace falta salir de casa ni mancharse la ropa, ya
nadie conoce a los adúlteros y Don Eustaquio no sabe a quién debe perdonar.
Dicen que las mujeres de antes escasean y que abundan los hombres sin
hombría.
Dicen, porque lo suyo es decir, y porque ni leen ni escriben
en esas maquinitas del demonio, gracias a Dios.
El lenguaje de las flores
Como si de una plaga venenosa se tratara, todas las rosas
blancas de mi jardín se tornaron rojas el día que te deslizaste bajo mis
sábanas.
Redes
Como si de una plaga venenosa se tratara, todos mis amigos
de carne y hueso fueron engullidos por el Facebook. Se transformaron en fotos
de perfil que compartían ideas manidas, chistes ajenos, pensamientos enlatados, fotos y videos curiosos, noticias
manipuladas. Comenzaron a recordar cumpleaños y felicitarlos pero a obviar regalos
y celebraciones. Eran sombras transparentes, diluidas en una red cruel que
exigía una ofrenda de tiempo, un sacrificio de vida a cambio de un falso protagonismo
virtual.
Fui a buscarlos allá donde se reunían con millones de
personas y volví a hacerme su amigo, a su manera.
Cuando conté en mi muro que necesitaba su ayuda, me
bloquearon.
Abismo
Como si de una plaga venenosa se tratara, los turistas se
quedaron paralizados con sus sombrillas al hombro al encontrar la playa
manchada de cuerpos inmóviles.
Pubertad
Como si de una plaga venenosa se tratara, la cara se me
llenó de granos, el cuerpo de vello, el alma de inquietud, el corazón de
dinamita y la mente de mujeres que jamás volverían a pellizcarme la mejilla con
los ojos llenos de tierna adoración.
Relatos presentados a la semana 34 de la IX Edición de Relatos en Cadena. (http://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/ )